El nepotismo en Paraguay está tan arraigado, tan naturalizado, que al menos el 49% de los legisladores ubicó a sus “nepobabies” dentro de la Función Pública, según se puede comprobar mediante documentación oficial. Un total de 61 de los 125 senadores y diputados de este periodo que integran ambas Cámaras del Congreso Nacional premiaron a sus familiares con empleos dentro de diferentes instituciones del Estado paraguayo, como si la República funcionara como una agencia de empleos para los hijos del poder de turno.
En el caso de los senadores, 28 de los 45 lograron ubicar a sus esposas, hijos, hijastros, hermanos, sobrinos, cuñados y hasta nueras con salarios mensuales que varían entre los G. 5.400.000 y los G. 149.000.000.
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Nepotismo en Diputados
En el caso de la Cámara Baja del Congreso, 33 de 80 diputados beneficiaron a sus parientes con altos cargos en la Dirección Nacional de Defensa Animal, la Secretaría Nacional por los Derechos de las Personas con Discapacidad (Senadis), en “cargos de confianza” en la Cámara de Diputados, en el Instituto Nacional de Cooperación (Incoop), en la Vicepresidencia de la República, en embajadas paraguayas o directamente en cualquiera de las dos represas hidroeléctricas binacionales, ya sea Itaipú o Yacyretá. Los salarios mensuales varían entre los G. 3.800.000 y los G. 119.000.000.
La mayoría de los contratados o nombrados asumió los diferentes cargos durante el Gobierno de Santiago Peña, es decir, recién a partir de agosto de 2023. No obstante, en algunos casos, si bien no se registraron unas nuevas designaciones, sí se evidenciaron mejoras salariales llamativas y, en reiteradas ocasiones, tras la toma de mando del actual jefe de Estado.
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Datos de la Función Pública
Según los datos de la Secretaría de la Función Pública y del Ministerio de Economía y Finanzas, estos “nepobabies” nos cuestan mensualmente más de G. 1.447 millones. El Estado paraguayo gasta más de G. 776.720.635 al mes para sostener a los familiares de los senadores y más de G. 670.514.548 para mantener a los parientes de los diputados.
Estas cifras anualmente representan G. 18.814 millones (unos US$. 2.5 millones). Por lo tanto, el Estado paraguayo despilfarra US$ 2.5 millones al año en la contratación de los familiares de los políticos, en vez de invertir en salud, educación o infraestructura.
