Vecinos de la calle Carmen Soler denuncian que la contaminación del arroyo Mburicaó, que cruza por este lugar, ya es insostenible. Dijeron que el cauce se convirtió en una cloaca a cielo abierto, y piden una solución definitiva por parte de las autoridades.
La ciudad de San Lorenzo lejos de ser una ciudad modelo, en donde se pueda combinar tecnología y naturaleza con un crecimiento población cuya demanda es alta en cuanto a consumo de bienes y servicios, es la peor de todas. Desde hace varias décadas solo ofrece caños rotos de la Essap, cloacas que revientan, y provocan mal estar a los pobladores, como también baches, barrios con vertederos clandestinos y hasta piletas municipales repletas de agua con criaderos de mosquitos.
Los atletas elite y amateur que a diario entrenan en la Secretaría Nacional de Deportes (SND) deben realizar sus actividades físicas en medio del nauseabundo olor de cloacas a cielo abierto. La acumulación de agua en diversas zonas del lugar, en un momento en que la chikunguña está arrasando en varias localidades, también representa un peligro para la salud de los deportistas.
Los vecinos cada tanto reclaman a las autoridades del Ministerio de Justicia una solución definitiva a las falencias de la red de desagüe cloacal del reclusorio que alberga más de 1.000 reos, pero hasta ahora no tuvieron una respuesta favorable.
CIUDAD DEL ESTE. La cloaca de la penitenciaría regional de esta capital departamental se desparrama por las avenidas y vecindario del barrio Boquerón desde hace algunas semanas, debido al colapso de la red de desagüe. Además del nauseabundo olor, se formaron pequeñas lagunas del líquido sanitario con aparición de larvas.
Frente a la penitenciaría del Buen Pastor, agua de cloaca se desecha en la vereda que da a la avenida Mariscal López. El agua con olor nauseabundo sale a través de caños a la vereda y luego queda acumulada en la calzada, cuando pasa un vehículo salpica a los peatones y contamina toda la zona.