25 de diciembre de 2025
Si bien la democracia representativa en una República significa que el pueblo elige a quienes deben representar sus intereses dentro del respeto a la Constitución y las leyes, en Paraguay pareciera que este concepto, universalmente reconocido y aceptado, tiene una interpretación diferente. Los legisladores nacionales se han caracterizado en los últimos tiempos por presentar proyectos que en nada benefician al verdadero “soberano” sino únicamente a ellos mismos. Un claro ejemplo reciente es el proyecto de reglamentación del artículo 189 de la Constitución Nacional, presentado por el presidente del Congreso, el senador Basilio “Bachi” Núñez (ANR, cartista), que busca reglamentar la senaduría vitalicia y permitir que los expresidentes que hayan finalizado sus mandatos tengan la posibilidad de renunciar a ese título honorífico y candidatarse al Parlamento. De concretarse esta afrenta a la Constitución Nacional, significaría el “acabose” de un Estado de derecho.

Tras veinte días de duros combates, la primera gran batalla de la Guerra del Chaco cesó el 29 de septiembre de 1932, con el triunfo de las armas paraguayas sobre las bolivianas, de modo que no está mal que un departamento chaqueño lleve su nombre. Poco después del armisticio que puso fin a las hostilidades tres años más tarde, el comandante en jefe, entonces general José Félix Estigarribia, dijo a su par, el general Enrique Peñaranda, que su ejército era “uno de los mejores y más bravos del mundo”, a lo que este respondió que también el nuestro tenía “las más altas virtudes militares”. Ese mutuo respeto también se advierte hoy en las relaciones diplomáticas entre ambos países. Desde ya, es plausible que no hayan vuelto a surgir conflictos de límites ni de otra laya entre las dos naciones, pese a la considerable extensión de la frontera seca fijada por el Tratado de Paz, Amistad y Límites, de 1938.

Diego Moreno, primer juez paraguayo en la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) destacó las sesiones presenciales del organismo en Paraguay. Remarcó que el tribunal no es una cuarta instancia. También dijo que hoy en América Latina hay retroceso democrático. Defendió el rol de la prensa libre.

La Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) precisó ayer que le preocupa la democracia a nivel global y que no se refirió específicamente a Paraguay. Destacó a nuestro país por su resiliencia, tras superar la dictadura y el autoritarismo. El organismo dice que la democracia se edifica con instituciones firmes.
Para que el país viviese en libertad, miles de ciudadanos fueron asesinados, torturados, exiliados, encarcelados. Sobre esta devastación se construyó la democracia. En sus inicios se creyó que había llegado el tiempo de paz y de justicia; que el Paraguay sería guiado por leyes justas y sabias; que nunca más sería prisionero de pandillas bárbaras y tendría la ocasión de olvidar el pasado y encaminarse hacia el porvenir con pasos firmes.
La acusación del Ministerio Público contra el senador Hernán Rivas (ANR, cartista) por la presunta tenencia de un título universitario falso de abogado, expedido por la Universidad Sudamericana, sumada a la aparente producción de documentos públicos de contenido falso, tiene varias aristas. Por un lado, que al Partido Colorado no le importan la idoneidad ni la capacidad para ocupar cargos de relevancia en la estructura de Gobierno. Basta con ser hijo de un dirigente de base para ser instalado en un puesto importante, como es el caso del mencionado senador, cuyo padre, Hernán Ysidro Rivas (ANR, cartista), es intendente de la ciudad de Tomás Romero Pereira, Itapúa, hoy investigado por la Fiscalía por presuntos malos manejos administrativos, entre ellos, obras fantasmas y empresas de maletín.