26 de julio de 2024
Según el FMI, la pandemia puso al descubierto las “deficiencias” de nuestra salud pública; en realidad, se trata de calamidades bien conocidas desde mucho antes: el coronavirus no hizo más que acentuar las carencias continuas en materia de medicamentos, de insumos, de infraestructura y de “personal de blanco”, tanto en la esfera del IPS como en la del Ministerio de Salud Pública. Son dos caras de la misma moneda. Por tanto, el Estado no protege la vida, sino que la expone a los gravísimos riesgos de un sistema sanitario signado por la corrupción, la ineptitud y la negligencia.