Javier Balbuena

Los comercios que no sean exclusivos de juegos de azar y cuenten con  tragamonedas se exponen a severas sanciones.
La quiniela es uno de los juegos de azar cuya explotación es concesión exclusiva a una empresa en todo el país.
A inicios de este año, la Fiscalía allanó las oficina de la Comisión Nacional de Juegos de Azar (Conajzar) y se incautó de documentos y equipos informáticos.
Los tragamonedas  siguen operando impunemente, incluso en pleno Mercado 4, sobre Battilana y Rodríguez de Francia. Hace tres meses se promulgó la ley que prohíbe estas máquinas en comercios de libre concurrencia.
La normativa vigente establece que están prohibidos los tragamonedas en sitios de libre concurrencia, medida que apunta a proteger a los niños de la influencia de estas máquinas y la posibilidad de desarrollar la adicción a las apuestas (ludopatía).
La operación de tragamonedas en las calles y comercios que no sean exclusivos de juegos de azar está prohibido.
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