Además de desviar millones en compras que nada tienen que ver con el plan “modelo” de “Prevención y control del Dengue” del Ministerio de Salud y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo - PNUD, ya gastaron toda la plata, según confirmó la misma cartera de Estado, y para rematar se pagaron por servicios que hasta ahora no fueron proveídos.
Es impresionante cómo los jefes de Salud desnaturalizaron el convenio antidengue degradando el proyecto a un negocio familiar que le saca el jugo al presupuesto público. Estudiantes de derecho, compañeros de facultad, fungen de matadores de mosquitos en el programa que cuesta US$ 18 millones.
Lus Ferreira, directora de Comunicaciones del Ministerio de Salud, ubicó a su segundo hijo en la institución, gracias al plan antidengue.