Inicialmente, el lanzamiento estaba previsto para el pasado domingo, pero se tuvo que posponer por problemas técnicos.
El objetivo de SpaceX, empresa propiedad de Elon Musk, propietario también de la empresa de vehículos eléctricos Tesla, es crear una constelación de satélites que brinden internet a velocidades parecidas a las de la banda ancha a todo el planeta.
La empresa aeropespacial ya había lanzado 300 satélites en cuatro lanzamientos previos y tiene como objetivo crear una red de 12.000 satélites Starlink para ofrecer cobertura global y llegar así a regiones remotas.
En una primera fase, la empresa espera poder dar servicio al norte de EE.UU. y Canadá este mismo año, para llegar en 2021 a casi todas las regiones pobladas.
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Los satélites de este programa orbitan a 550 kilómetros de altitud, una distancia mucho menor que los satélites que ofrecen en estos momentos este servicio, lo que conlleva una velocidad de conexión más baja que la prevista por Starlink.
El empresario calcula que el negocio de internet puede generarles ingresos de 30.000 millones de dólares anuales, lejos de los 3.000 millones que produce actualmente con el transporte de carga.
La inmersión en el mercado de internet de SpaceX tiene como objetivo final financiar la llegada del hombre a Marte, un anhelo de Musk.
