Fiyi expresó su apoyo a la conocida como Iniciativa de Seguridad Global (GSI, siglas en inglés) a pesar de que la nación del Pacífico se ha acercado a Occidente desde las elecciones del año pasado en medio de la rivalidad de Washington y Pekín en la región.
Según un comunicado del Gobierno fiyiano, Rabuka afirmó su "solidaridad" con el plan GSI, al describir que busca construir "un marco diplomático y de seguridad a través de tratados multilaterales, alianzas e instituciones".
El mandatario fiyiano indicó que el plan chino se asemeja a su visión de un Pacífico como zona de paz y subrayó los estrechos lazos de su país con Pekín.
Rabuka también destacó los beneficios de la Nueva Ruta de la Seda, la red de proyectos de infraestructuras de Pekín a nivel mundial, y las iniciativas y préstamos chinos para el desarrollo en Fiyi, incluida la mejora de sus puertos marítimos.
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Las declaraciones del mandatario fiyiano se producen a pesar de que, tras llegar al poder en diciembre de 2022, inició un alejamiento de la diplomacia pro-China de su antecesor, Frank Bainimarama.
Así, Rabuka anunció en junio que estaba revisando un acuerdo policial con China, que permite el despliegue de sus agentes en Fiyi, y firmó en los siguientes meses sendos acuerdos de seguridad y militares con Francia y Nueva Zelanda, aliados de Estados Unidos.
En el pasado, Rabuka ha reiterado en diversas ocasiones que se decanta por la democracia al estilo occidental.
Fiji, con una población de más de 900.000 habitantes, es considerada una nación clave en el pulso entre China y Estados Unidos por la influencia en la zona del Pacífico Sur y ha sido fundamental para la respuesta de la región a la creciente competencia entre las dos potencias.
Washington y sus aliados redoblaron sus esfuerzos diplomáticos en el Pacífico después de que China firmara un pacto de seguridad con las Islas Salomón en 2022.