Cinco platos exóticos que podés probar en Ciudad del Este

Ciudad del Este es una zona con una rica diversidad cultural, donde es normal escuchar por las calles diversos idiomas o degustar platos que reflejan la cultura culinaria de las comunidades que migraron desde lejanos países y convirtieron a esta ciudad en su hogar. Hay para todos los gustos, desde tradicionales manjares a aquellos que pueden considerarse un poco extraños para el paladar paraguayo. He aquí una lista de cinco platos que llegaron a estos pagos desde el lejano oriente y hoy son también un atractivo para el turismo interno.

Tofu con huevos centenarios. Para lograr este color, los huevos son sumergidos durante varias semanas o meses en hidróxido de sodio. Con el pasar del tiempo, la yema se vuelve marrón con tonos verdosos, mientras que el olor pasa a ser un poco similar al del amoníaco.
Tofu con huevos centenarios. Para lograr este color, los huevos son sumergidos durante varias semanas o meses en hidróxido de sodio. Con el pasar del tiempo, la yema se vuelve marrón con tonos verdosos, mientras que el olor pasa a ser un poco similar al del amoníaco.Gentileza

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Hay muchos motivos para visitar Ciudad del Este. Sus bellezas naturales, sus paseos de compras y, sin dudarlo, su gastronomía. Recorrimos la calle Boquerón, conocida por albergar a los principales restaurantes orientales del microcentro esteño, a la caza de algunos ejemplos de su rica gastronomía y esto fue lo que encontramos.

Ensalada de Medusa

La medusa es un animal marino de cuerpo gelatinoso en figura de campana y con finos tentáculos, que en la gastronomía oriental -en forma de ensalada- se presenta como un sabroso plato de entrada para servir en eventos sociales, como cenas importantes, festejos de Año Nuevo, entre otros.

Su preparación requiere mucho tiempo de anticipación, pero hay que tener cuidado para que no pierda su peculiar sabor. Es obligatorio tomarse un tiempo para el enfriamiento, para luego seguir con una rápida cocción. Se condimenta con ajo picado, pepino, zanahoria rallada, chile, salsa de soja, vinagre, sal y azúcar. Su textura gelatinosa se mantiene.

Tortilla de Ostras

La tortilla de ostras o “Owa Chien” en chino, es un plato muy popular, fácil de encontrar en los mercados nocturnos de Taiwán y que en Ciudad del Este también se puede probar. Su elaboración es a base de ostras pequeñas, huevos y tapioca. Se acompaña con verduras chinas y salsa agridulce con un toque picante. Al término de la preparación, queda con una textura pegajosa.

La popularidad de este plato en el país asiático se remonta al siglo XVII, cuando el ejército de general Zheng, como estrategia para sobrevivir ante la escasez de granos, utilizó ingredientes locales para la preparación de esta tortilla.

Mejillones salteados

Los mejillones salteados son un clásico de la gastronomía internacional y fáciles de encontrar en restaurantes orientales locales. Los mejillones son moluscos envueltos en conchas, que sobreviven en las costas marinas. El plato se elabora con ajo, picante y salsa de soja, además de una variedad de condimentos.

Es muy valorado, teniendo en cuenta que su principal ingrediente posee propiedades nutritivas, como omega 3, minerales y vitaminas. Es solicitado por comensales familiarizados con frutos del mar, mientras que para otros, probarlo se puede convertir en un verdadero desafío.

Bambú con tiritas de cerdo

En las mesas de las familias de algunos países asiáticos es muy común encontrar este plato, que si bien no se realiza a base de frutos del mar, contiene un ingrediente, como el bambú, que para los paraguayos puede resultar bastante extraño a la hora de comer.

Los tallos en sí son bastante duros, por lo que se debe enternecerlos, para luego condimentarlos con ajo, picante, salsa de soja, sal y un toque de azúcar. Por otra parte se cocina el cerdo, para luego mezclar todos los ingredientes y saltearlos a fuego alto por un corto periodo de tiempo. Su sabor es suave y agradable. Se sirve caliente.

Tofu con huevo centenario

Elaborado con semillas de soja, el tofu es uno de los preparados orientales más tradicionales. En esta ocasión se propone como acompañamiento de huevos centenarios, que suele servirse como aperitivo.

Los huevos son de pato o de gallina, que permanecen sumergidos durante varias semanas o meses en hidróxido de sodio como sustancia alcalina para su conservación. Con el pasar del tiempo, la yema se vuelve marrón con tonos verdosos, mientras que el olor pasa a ser un poco similar al amoníaco, que en la realidad es el resultado de la reacción entre el hidróxido de sodio con las sustancias del huevo.

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