Dublín a pie: cinco caminatas por la capital de Irlanda

Los paseos a pie viven un renacimiento gracias a la pandemia. Y como en Dublín la urbanidad y la naturaleza están conectadas de forma tan impresionante, merece la pena recorrer caminando la capital de Irlanda.

Con un poco de suerte se llega a ver delfines en Dalkey.
Con un poco de suerte se llega a ver delfines en Dalkey.John Fahy

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Cinco paseos por el rock, la poesía y los récords recomendables:

1. De U2 al faro

El Windmill Studio, en el que grabaron los Rolling Stones, David Bowie, Ed Sheeran, Phil Lynott, Glen Hansard y U2, es un buen punto de inicio para pasear por el centro de la ciudad.

A través de los parques Ringsend y Sean Moore se llega a la playa. El paseo se dirige hacia el este alrededor de la bahía de Dublín. Atraviesa el Parque Natural de Irishtown, algunas colinas onduladas y la playa de Shellybanks.

Pasa también junto a las emblemáticas chimeneas de 207 metros de altura con franjas rojas y blancas de la antigua central eléctrica de Poolbeg.

A lo largo del paseo marítimo, se llega a la Gran Muralla Sur, que fue el dique más largo del mundo cuando se terminó en 1731. En el extremo final, el Faro de Poolbeg, indica a los grandes transbordadores y cargueros el camino hacia el puerto de Dublín, según la frase gaélica “las mo shlí” (“ilumina mi camino”).

Hay que recorrer cerca de dos kilómetros sobre la muralla para llegar hasta el faro, un camino que solo se puede hacer los días que no hay tormenta.

Punto de partida: Windmill Lane Studio, 20 Ringsend Road. Extensión: 12 kilómetros (ida y vuelta). Duración: tres horas de caminata.

2. Por senderos poéticos hacia el mar

Para llegar hay que tomar primero el tren de cercanías DART hasta Dalkey. Tarda unos 25 minutos y cuesta algo menos de seis euros (6,50 dólares).

Es dinero bien invertido, porque Dalkey es el comienzo de un paseo poético, que puede ir precedido de una visita guiada por el Castle & Heritage Centre. Se pueden seguir los pasos de los escritores Maeve Binchy, James Joyce, Emma Donoghue y Flann O’Brien por la ciudad costera.

O se puede comenzar directamente a andar hacia Killiney. El camino lleva desde la estación colina abajo, deja a la derecha el legendario pub Finnegan’s y luego dobla a la derecha por la calle Coliemore, en la que hay bellas cabañas y grandes residencias, hasta llegar al pequeño puerto.

Si se continúa por la misma calle se llega hasta el pequeño parque Dillon y, justo detrás, al parque Sorrento, que es más bien un mirador.

Aquí se hace patente el encanto mediterráneo de esta franja costera. Plantas y arbustos sureños, enormes flores y aguas cristalinas de color turquesa son lo que evocan las asociaciones con el Golfo de Nápoles frente a una enorme hilera de mansiones. No es de extrañar que algunos famosos vivan entre Dalkey y Killiney: las vistas son impresionantes.

Al sur de la colina Sorrento, se puede avanzar en dirección al agua por la calle Vico hasta la calle Strathmore, donde se puede bajar a la playa de piedra de Killiney. El regreso a Dublín es en tren.

Punto de partida: estación DART de Dalkey (desde Dublín, por ejemplo, desde la estación de Tara Street); punto final: estación DART de Killiney. Longitud: 6 kilómetros. Duración del recorrido: entre 1,5 y 2 horas.

3. En los acantilados de la península de Howth Head

Esta vez, se debe tomar el tren de cercanías DART para salir del centro de la ciudad en dirección al norte, lo que permite ver el lado más agreste de la ciudad, hasta la localidad de Howth.

Tras pasar por heladerías, tiendas de recuerdos, restaurantes de pescado, un puerto náutico y una feria, se sale a la naturaleza. La elección de uno de los cuatros caminos que parten desde la estación depende de la condición y el tiempo.

El sendero más corto recorre la península Howth Head y, tras unos cientos de metros, serpentea a través de los mares de helechos de la isla y abraza los acantilados junto a las personas que quieren caminar hasta un pequeño café. En los días calurosos, la vista hacia el mar desaparece en una densa niebla en la que solo se oyen las aves marinas.

Punto de partida y llegada: La estación del tren DART de Howth (desde Dublín, por ejemplo, desde la estación Tara Street o la estación Connolly). Longitud: entre 6 y 12 kilómetros. Duración: entre 1,5 y 3 horas.

4. Un fénix en la ciudad

El parque Fénix, de 707 hectáreas y ubicado en el extremo noroeste de Dublín, es considerado el parque urbano más grande de Europa y supera por mucho el Hyde Park de Londres (142 hectáreas) o el Central Park de Nueva York (345 hectáreas).

Se puede llegar a pie al parque desde la cervecería Guinness, por ejemplo, o la estación Heuston.

El parque está dividido por la avenida Chesterfield y, según las ganas, el clima y el tiempo, se puede optar por recorridos cortos o más largos.

En el parque se pasa junto al Monumento a Wellington, un enorme obelisco que conmemora las victorias militares del pasado, y pequeños carteles ovalados que explican dónde cayeron las bombas alemanas en 1941, o cuántos clubes de críquet había (20) y cuántos siguen existiendo (2).

El zoológico de Dublín se encuentra a la derecha, al principio del parque. Vale la pena visitarlo en cualquier momento del año, pero en especial durante las “Wild Lights”, cuando entre fines de octubre y principios de enero el zoo se convierte en un sueño de luces, faroles y sonidos de animales.

El enorme parque alberga asimismo un gran club de polo y la residencia oficial del presidente irlandés, denominada Áras an Uachtaráin, donde una de las luces más famosas de Irlanda brilla en una ventana del piso superior. Allí, un faro simbólico señala el camino de regreso a los emigrantes irlandeses y a sus descendientes, dándoles la bienvenida a casa.

Punto de partida: esquina del Tribunal Penal de Justicia y la avenida Chesterfield. Longitud: entre 8 y 14 kilómetros. Duración: de 2 a 4 horas, o más aún si se visita el zoo.

5. A lo largo del Gran Canal

Este paseo comienza detrás de los edificios de la sede europea de Google. Junto a las calles Clanwilliam y Warrington Place, bajo la acera, detrás de un pequeño muro, discurre un camino a lo largo del Gran Canal, cantado en muchas canciones y mencionado en otros tantos libros. Se construyó en el siglo XIX y conecta la ciudad con el interior.

Se puede dar un paseo relajado y romántico a la sombra de los árboles o, según el tiempo, resguardarse de las gotas de lluvia a lo largo del canal hacia el oeste.

Pasados innumerables pubs y restaurantes pequeños y grandes -mexicanos, indios, americanos, irlandeses-, la ruta conduce al barrio de Portobello. En las tardes y noches templadas, es una zona con un ambiente similar al de Ámsterdam.

Si se gira a la derecha hacia el centro de la ciudad en la escuela de idiomas Atlas, situada a orillas del canal, se encuentra fácilmente el parque St. Stephen’s Green y la calle Grafton, una popular calle comercial.

En tanto, si desde allí se decide caminar un poco más hacia el este se puede llegar hasta el parque Merrion Square para visitar la estatua de Oscar Wilde.

Punto de partida: esquina del Gran Canal con la calle Clanwilliam Place. Longitud: 6,5 kilómetros. Duración: de 1,5 a 2 horas.

Información sobre Dublín

Se llega con conexiones aéreas desde numerosas ciudades de Europa. La oficina de turismo Visit Dublin ofrece más de 20 opciones de paseos a pie y en bicicleta por la ciudad y sus alrededores en el siguiente link: www.visitdublin.com/guides/dublin-walks-and-cycles

Para mayor información, visitar las páginas web www.ireland.com y www.visitdublin.com.

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