Los árboles en la ciudad

Cada vez más vivir en una ciudad se torna complicado, por la contaminación y el deterioro ambiental que existen entre las moles de cemento.

Cargando...

Los recursos naturales, el adelanto tecnológico, el avance de las industrias, la prosperidad económica, el aumento de la basura de todo tipo y la presión demográfica juegan en contra de un ambiente que hace disminuir la biodiversidad de una región y el espacio verde de los 10 a12 metros cuadrados de que debe disponer cada ser humano.La arborización de los centros urbanos es de suma importancia para paliar en algo toda esta mengua de un paisaje adecuado y de un aire más puro para todos los habitantes de la ciudad.
Toda planta cumple un papel fundamental en purificar el ambiente, en regular la temperatura y entregar una panorámica atrayente y hasta seductora. Es por ello que la vida en la ciudad se torna más difícil y agobiante, y son los árboles los llamados a restaurar el adecuado equilibrio en materia ambiental.

Los municipios deben "jugar un partido" muy especial en este sentido. Son los encargados en planificar, ordenar y manejar el proceso de la arborización urbana. Todo frentista cree que es el dueño de su vereda y no es así. El municipio es el amo y patrón de ese espacio y, por lo tanto, debe desarrollar un buen programa para ubicar las especies arbóreas o plantas que corresponden a una buena planificación de ese espacio que puede y debe recibir una excelente y armónica arborización.
Es casi normal que cada frentista en cualquier ciudad del Paraguay cultive lo que le venga en gana y con eso siempre se presenta una diversidad de plantas que entrega a la vista una desordenada disposición arbórea y una desarreglada panorámica, que conforman las diferentes especies cultivadas en la cuadra.

Una válida alternativa es, y los entendidos en la materia la argumentan, que en unas tres cuadras, como mínimo, debe instalarse la misma especie en ambas aceras de la calle.
Deben tenerse muy en cuenta los cables aéreos y el tendido eléctrico que suelen ocasionar numerosos problemas en el suministro de la energía. Los entes encargados de suministrar la electricidad hogareña no suelen tener contemplaciones ni la más mínima consideración con el arbolado de la ciudad y lo someten a una indiscriminada poda. No tienen en cuenta la época del año, la técnica de la poda ni las herramientas que corresponden.

Un solo árbol de porte mediano regala al ambiente unos 500 litros de agua por día y esa sola condición ya nos indica la enorme importancia que tiene una sola planta. No nos olvidemos que también amortigua los ruidos molestos, nos entrega un ambiente con buena oxigenación empobreciendo al anhídrido carbónico, mediante la fotosíntesis que fija el carbono. Nos regala un contexto de frescura, nos otorga flores y belleza, confiere refugio para los pájaros y hasta nos concede un ambiente de paz y de un bienestar psíquico.

Planifiquemos la arborización urbana entre todos, sepamos elegir las especies y no les daremos chance a las horrorosas podas que se forjan en este país. Miremos los cables telefónicos y eléctricos y sepamos que si no proyectamos convenientemente, tendremos más problemas aún con las raíces que también, a veces, causan estragos a la entrada de agua y salida de las aguas servidas de la casa.

Algunas especies, como los cítricos, el yvapurû, la acerola, la sivipiruna y el ñangapiry son aptas para instalar cuando tenemos el tendido de los cables en las alturas. Como frentistas, contribuyamos con el Municipio, en forjar una ciudad ordenada y con una adecuada arborización urbana. No es mucho lo que se pide y hagamos de cada ciudad un nido de oxígeno y de un buen vivir…

(*) Especialista en
Producción Agrícola
Enlance copiado
Content ...
Cargando...Cargando ...