"Europa ha fallado en algunas inflexiones estratégicas" como los nuevos desarrollos tecnológicos de los cohetes reutilizables o la irrupción de operadores privados como SpaceX o Blue Origin, que usan también fondos públicos, y se ha quedado atrás en la defensa espacial, señaló ante los ministros europeos del ramo.
En una reunión ministerial informal organizada en Toulouse (sur de Francia) durante el semestre de presidencia francesa del Consejo de la Unión Europea (UE), afirmó que "hay que sacar las consecuencias" de esa situación y, sobre todo, del hecho de que otros competidores "se han beneficiado de nuestras divisiones".
Recordó que su mandato de turno comunitario defiende ante todo avanzar en la idea de "soberanía europea".
A ese respecto, insistió en que "sin controlar el espacio no hay soberanía tecnológica", ni industrial, ni científica, ni estratégica, ya que el espacio es uno de los nuevos terrenos de los conflictos contemporáneos.
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Por eso pidió una respuesta de "urgencia", pero también de largo plazo, para lo que llamó "una visión europea de la conquista espacial".
Precisamente, en el terreno de la exploración espacial y de los vuelos habitados, dijo que de aquí al próximo verano deberían ponerse encima de la mesa las posibilidades que pueden plantearse con vistas a que en la conferencia ministerial de la Agencia Espacial Europea (ESA) que se celebrará en París en noviembre se pueda "concretar esa visión".
Europa no tiene capacidades propias para enviar astronautas al espacio y hasta ahora lo hace en el marco de la cooperación de la Estación Espacial Internacional (EEI) en la que están implicados en particular los rusos y los estadounidenses, con una duración prolongada hasta 2030.
Para Macron, los europeos deben examinar, sobre la base de los trabajos de la ESA, cuáles son sus ambiciones a largo plazo, en particular si se lanza a la exploración en cooperación o en solitario para ir a la Luna o a Marte.
También en qué medida debe desarrollar por su cuenta vuelos habitados o ha de privilegiar para la exploración otros medios robotizados.
Macron defendió como "una propuesta ambiciosa" el proyecto presentado ayer por la Comisión Europea para una constelación de satélites en órbita baja para garantizar la conectividad de los países del Viejo Continente sin depender del exterior.
Porque lo contrario significaría que, "desde el punto de vista democrático e industrial, estaríamos en una situación inaceptable" en que habría que delegar la gestión de los datos y las comunicaciones a otras potencias que no operan ateniéndose al derecho europeo.
En el terreno militar, pidió que se asiente una doctrina europea para actuar en el espacio frente a la "agresividad" de terceros países y que implique, en especial, una capacidad de respuesta.
Hizo notar que su país "es una de las pocas grandes potencias" que ha definido sus objetivos para integrar el espacio en su política de defensa y ha comprometido una inversión para ello de 5.000 millones de euros para 2025.
Igualmente apostó porque los europeos establezcan estándares de regulación de la actividad espacial para luego utilizarlos en una negociación internacional, como ya se ha hecho en el negocio digital.
A su juicio, "el espacio no puede ser un lugar sin derecho" y los europeos deben estar en la vanguardia para cambiar esa situación.
