Los restos de jurista español propuesto al Nobel de la Paz serán repatriados de México

El Gobierno de la región española de la Comunicad Valenciana informó este viernes de que destinará 60.000 euros para repatriar los restos del jurista y su esposa, Pilar Redondo, enterrados en el pabellón español de un cementerio en la capital mexicana.

De esta forma, atiende una petición del Consistorio de El Campello de ayuda económica para sufragar los gastos, indicó en un comunicado.

Esta localidad ha impulsado el traslado de los restos pues el jurista vivió en ella hasta su adolescencia, allí están enterrados sus padres y a lo largo de su vida manifestó su deseo de retirarse a El Campello.

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Altamira, que fue además escritor, humanista, historiador y pedagogo, nació en Alicante (España) en 1866 y falleció en Ciudad de México en 1951, donde vivió exiliado con su familia desde 1944.

Trabajó en favor del diálogo, la educación y la democracia, fue propuesto para el Nobel de la Paz en 1933 y en 1951 y nombrado uno de los diez jueces titulares del Tribunal Permanente de Justicia Internacional, que años más tarde se constituiría en lo Corte Internacional de La Haya, en la cual fue reelegido durante mandatos consecutivos desde 1921 hasta 1940.

Al estallar la Guerra Civil española en 1936, fue detenido cuando intentaba huir del país, pese a poseer inmunidad diplomática, pero se le permitió abandonar España y llegó a Países Bajos, donde continuó con su trabajo de juez permanente del alto tribunal pero la invasión alemana en 1940 le obligó a refugiarse en la ciudad francesa de Bayona.

Allí permanecerá hasta 1944, cuando tiene que salir de nuevo a causa del avance alemán, y tras una breve estancia en Portugal es invitado a impartir un curso en una universidad de Nueva York, tras lo que se instaló en México, donde estaban exiliadas sus dos hijas.