Neumonía por influenza: vacunas antigripales fortalecen la inmunobiografía

Una paciente que sufrió de neumonía está tosiendo y el médico escucha el sibileo en los pulmones con un estetoscopio. Imagen ilustrativa.
Una paciente que sufrió de neumonía está tosiendo y el médico escucha el sibileo en los pulmones con un estetoscopio. Imagen ilustrativa.Shutterstock

En el 2025, hasta junio, en Paraguay se registraron 125 fallecimientos por complicaciones derivadas de cuadros respiratorios, como la neumonía. El médico infectólogo Dr. Virgilio Lezcano recomendó la aplicación anual de vacunas antigripales para desarrollar lo que se conoce como “inmunobiografía”.

Cada año se producen unos mil millones de casos de gripe estacional, según la Organización Mundial de la Salud (OMS); de estos, entre tres y cinco millones son graves. La enfermedad causa entre 290.000 y 650.000 muertes respiratorias anuales.

De acuerdo con la Dirección General de Vigilancia de la Salud (DGVS), actualmente en Paraguay circulan ocho tipos de virus que causan enfermedades respiratorias: Influenza A H1N1, virus sincitial respiratorio (VSR), Rhinovirus, Influenza A no subtipificado, Adenovirus, Metapneumovirus, Parainfluenza y SARS-CoV-2.

Entre enero y junio, el Ministerio de Salud informó que se registraron 125 fallecimientos por complicaciones derivadas de cuadros respiratorios como la neumonía. Ninguno de los pacientes contaba con la vacuna antigripal.

El doctor Virgilio Lezcano, presidente de la Sociedad Paraguaya de Infectología (SPI), afirmó que la aplicación anual de la vacuna antigripal permite desarrollar lo que se denomina la inmunobiografía de las personas, un elemento clave para fortalecer el sistema inmunológico frente a los virus de influenza, que mutan cada año.

Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy

Se llama inmunobiografía al registro inmunológico que se construye cuando una persona se aplica la vacuna antigripal todos los años. Esa memoria queda documentada en el sistema inmune, y permite que, en el futuro, el organismo esté protegido frente a cepas que sean sensibles a las vacunas previamente administradas”, explicó el especialista.

Inmunofitness

El Dr. Lezcano también resaltó la importancia de conocer las condiciones generales del paciente que contrae influenza, lo que se denomina “inmunofitness”, y que hace referencia a qué tan preparadas están las defensas del cuerpo para enfrentar una infección.

En este sentido, señaló que deben evaluarse factores como la alimentación, el descanso y la actividad física para tener un panorama completo del estado del sistema inmunitario.

Indicó que la población paraguaya, en términos generales, no se encuentra bien nutrida: solo 2 de cada 10 personas cuidan su alimentación, mantienen buenos hábitos y practican algún deporte.

Por el contrario, 6 de cada 10 paraguayos presentan obesidad, una condición que agrava los cuadros de influenza, especialmente cuando está asociada a enfermedades crónicas como la diabetes o la hipertensión.

Las enfermedades crónicas no transmisibles son las que predisponen a cuadros más severos de influenza”, recalcó.

También incluyó dentro de la población vulnerable a los adultos mayores de 60 años, quienes experimentan un proceso denominado inmunosenescencia, que es la pérdida progresiva de eficacia del sistema inmunológico como consecuencia del envejecimiento. Esta condición disminuye la capacidad del organismo para responder eficazmente ante infecciones virales.

Vacuna adyuvantada: mayor estímulo y duración

Hoy contamos con una vacuna antigripal adyuvantada, que ofrece un estímulo inmunológico diferente y más eficaz para personas mayores o con comorbilidades. Estas vacunas, producidas a nivel mundial por CSL Seqirus, logran una respuesta inmune más duradera en estos grupos de riesgo”, afirmó Lezcano.

Explicó que la sustancia adyuvante que compone esta vacuna, el MF59, potencia la respuesta inmunológica del cuerpo ante los serotipos de influenza que circulan en el país.

Mientras que las vacunas antigripales tradicionales se recomiendan entre marzo y abril, con una duración estimada de entre 4 a 6 meses, la vacuna adyuvantada puede ofrecer protección prolongada de hasta un año.

La vacuna adyuvantada se aplica en febrero o marzo y te protege hasta fin de la temporada de influenza, aproximadamente”, precisó.

Acceso y concienciación

El especialista subrayó la necesidad de intensificar las campañas de vacunación, de modo que más personas conozcan la existencia de esta opción y puedan acceder a ella de forma gratuita a través del sistema de salud pública.

Indicó, además, que desde la Sociedad Paraguaya de Infectología impulsan acciones para promover la disponibilidad y las ventajas de esta vacuna, y que el tema será abordado en profundidad durante el Congreso Paraguayo de Infectología, que se celebrará del 27 al 29 de agosto en Asunción.