Un estudio que publica Plos Gobal Public Health analiza el estado de los llamados puntos médicos (PM), unas unidades de servicios sanitarios temporales que se establecen durante situaciones de emergencia o conflictos para proporcionar atención médica esencial.
La investigación, realizada entre otras, por la Universidad Al-Azhar, la Universidad Islámica (ambas en Gaza) y la Academia MedOne (EE.UU.), se basa en datos recogidos entre octubre y diciembre del año pasado.
"Desde entonces la situación en Gaza ha empeorado drásticamente" y los autores no disponen de nuevos datos detallados de los puntos médicos analizados, dijo a EFE Omar AlNajjar, de la Universidad Islámica y uno de los firmantes del artículo.
El estudio evaluó el estado operativo y la disponibilidad de recursos, a través de una encuesta de autoevaluación por internet, en 28 de los 44 puntos ubicados en lugares como ciudad de Gaza, Raha o Jan Yunis.
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"Nuestros hallazgos subrayan la grave escasez de medicamentos, equipos e infraestructuras esenciales, lo que dibuja un panorama desolador de la prestación de asistencia sanitaria en una región devastada por la guerra", señala el estudio.
Los puntos médicos, a menudo desplegados por organizaciones locales e internacionales, tienen un “papel crucial”, dado el elevado número de desplazados internos, ya que prestan asistencia en los refugios temporales y en los lugares donde la gente vive en condiciones precarias.
La investigación destaca, entre otros aspectos, que la mayoría de los médicos informaron de que atendían casos de traumatismos con regularidad, pero un tercio no disponía de kits de sutura.
"Un número significativo de médicos encuestados carecía de suministros esenciales", como gasas estériles (32,1 %), anestésicos locales (57,1 %) y desinfectantes como alcohol, povidona yodada o clorhexidina (32,1 %).
La "“grave escasez de antibióticos observada en nuestro estudio es especialmente alarmante, ya que el 71 % de los PM informan de que la disponibilidad es nula o muy limitada", escriben los autores.
En el 90 % de los centros no se disponía de insulina, antiepilépticos o tratamientos contra el cáncer y solo dos puntos médicos de los 28 tenían un frigorífico en funcionamiento, indica el estudio titulado "Resiliencia en medio del caos: El papel de los puntos médicos de Gaza".
Los medicamentos psiquiátricos estaban en un 90 % limitados o no disponibles, una crisis de medicación que se ve agravada por la disponibilidad "extremadamente limitada" de servicios de salud mental, pues solo el 7 % de los puntos médicos ofrecía este tipo de atención, agrega el texto.
Servicios de maternidad y vacunación solo se encontraban en el 39 % de los centros, lo que pone en peligro "el bienestar a largo plazo de las generaciones futuras". La escasez de servicios de vacunación ha contribuido al resurgir de la poliomielitis y ha aumentado el riesgo de otras enfermedades prevenibles.
El personal sanitario de los puntos médicos sacaba adelante unas cargas de trabajo "extremadamente elevadas". Cada unidad, con una media de siete personas, atendía a una media de 117 pacientes al día, mientras se enfrentaban a daños físicos, falta de apoyo psicológico y pagos salariales irregulares.
AlNajjar dijo que los puntos médicos "siempre han desempeñado un papel fundamental en el mantenimiento del frágil sistema sanitario de Gaza" y han demostrado “una resiliencia extraordinaria, abriendo y cerrando en función de la situación de seguridad, los continuos ataques y la grave falta de recursos”.
Sin embargo, "lo que estamos presenciando ahora va mucho más allá de la resiliencia" y, en la actual situación, "incluso su propia existencia está perdiendo sentido. La única solución real es detener esta guerra", destacó.
El estudio acaba señalando que, si bien los actores políticos son los responsables de poner fin a esta crisis, la comunidad médica y humanitaria puede contribuir mediante "medidas inmediatas y viables".
Entre ellas cita la ampliación de los servicios de telemedicina, el respaldo a la formación a distancia del personal y la oferta de apoyo psicosocial al personal sanitario de primera línea.
