El octavo congreso del Workshop Observatorios Robóticos Autónomos, que se celebra desde este lunes en El Toyo, se ha convertido en el cónclave de referencia de su campo y reúne hasta el viernes a más de 100 expertos en el desarrollo y uso de telescopios robóticos.
Se trata de una tecnología que permite realizar observaciones en áreas muy diversas de la astrofísica sin apenas intervención humana y el encuentro busca consolidar un foro internacional donde compartir las ideas y avances más recientes en el campo a través de medio centenar de ponencias.
El investigador del IAA Alberto J. Castro-Tirado, que preside el comité científico organizador del congreso, destacó que muchos campos de la astrofísica se están beneficiando de este tipo de desarrollos que permiten instalar telescopios en lugares remotos como la Antártida.
La astronomía robótica es la implementación de la computación a los observatorios de tal forma que los telescopios pueden hacer observaciones del cielo por sí solos, sin necesidad de tener a un astrónomo detrás.
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"Es una forma de que las observaciones sean más optimizadas y los astrónomos podamos tener una vida más normal", añadió este experto, responsable además de la red de telescopios robóticos BOOTES, que cuenta con dos observatorios en Andalucía y otros cinco en Nueva Zelanda, China, México, Sudáfrica y Chile.
El congreso servirá para presentar los últimos avances en la robotización de los observatorios astronómicos pero también de los análisis de imágenes y la implementación artificial de algunos procesos.
Dieciséis años después del taller inaugural en Málaga, también en el sur de España, los observatorios astronómicos robóticos y autónomos lograron avances notables, con un mayor número de unidades instaladas y con mejoras sustanciales en robotización, autonomía e interconexión.
