Sergio Pérez expresó estar “feliz por estar de vuelta”, vivir “libre de virus” y tener la autorización de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) para participar en el Gran Premio de España durante el fin de semana. En la rueda oficial de pilotos, en el circuito de Barcelona-Cataluña, el mexicano reconoció que la última quincena “fue difícil” después del positivo por coronavirus. “Me siento extremadamente afortunado por no haber tenido grandes síntomas, más allá de uno o dos días en los que me sentí cansado”, explicó.
El Checo reveló que durante la cuarentena no salió del apartamento en el que estuvo alojado durante la estancia en Inglaterra. Desde ahí siguió “aburrido” y por televisión las dos carreras en que fue sustituido por el alemán Nico Hülkenberg. “Creía que tendría la oportunidad de correr la segunda carrera en Silvestone, pero lamentablemente el resultado negativo del test no llegó”, expuso. De cara al GP de Barcelona, el latinoamericano dormirá en el recinto del circuito.
“Un positivo no cambia nada. Antes ya éramos conservadores y tomábamos todas las precauciones”, subrayó Pérez, quien evitó responder sobre la pregunta relacionada al alemán Sebastian Vettel, a quien situán en la órbita de Racing Point para 2021. “No tengo nada que decir”, culminó el azteca.