Jones tuvo que afrontar las dunas con dos ruedas motrices y Farrés le recortó más de 13 minutos para situarse en primera posición con 1:41 de ventaja sobre el norteamericano.
"Desde luego, es la especial más dura que he vivido en mucho tiempo. Se nos ha roto la transmisión cuando quedaban unos 100 kilómetros para meta. Hemos tenido que pararnos, arreglarlo y lanzarnos a las grandes dunas con dos ruedas motrices", relató el compañero de equipo del español.
"No ha sido fácil, pero lo hemos conseguido y no hemos tirado la toalla. Mañana es el último día y a ver qué podemos hacer. El Dakar vuelve a ser cruel conmigo, pero mañana se verá todo y hay que ser positivos. Es estresante y no me da confianza, pero puede pasar cualquier cosa", añadió.
La victoria final se dilucidará este viernes con una especial de 164 kilómetros, entre Bisha y Jeddah, ya sin dunas.
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