"Creo que ha sido una de las carreras más duras de toda mi vida, después de una complicada lesión el domingo y de diez vueltas, he empezado a tener mucho dolor en el brazo izquierdo, pero es que después de cinco más he empezado con el síndrome compartimental en la mano derecha", asegura el piloto de Corbera.
"Es lo que tiene conducir con una mano, que la cargas 20 veces más y es ahí donde he empezado a perder contacto con Ai -Ogura-, pues estaba soñando con la victoria con un brazo, pero tenemos que tener los pies en el suelo y ya está demasiado bien lo que hemos conseguido, hemos intentado y a ver qué tal va en Le Mans", señala Arón Canet.
En su llegada al parque cerrado hubo "una mezcla de todo, después de tanto dolor durante toda la semana, no sólo físico sino también mental, estar aquí el jueves ya era demasiado; el viernes ya era brutal estar en la Q2, salir en segunda línea de parrilla el sábado brutal, y estar en el podio el domingo... ¿Dónde había que firmar esto? Las lágrimas venían de toda una semana complicada", reconoció sin dudar Canet.
"Los pilotos, al igual que siempre se ha dicho de los toreros, al final todos sentimos dolor. Siento el mismo dolor que cualquier otra persona, soy humano, pero ya depende de lo que tú puedas aguantar el dolor y yo siempre he tenido una capacidad de dolor alta desde que soy pequeño, pero duele también", aseguró el piloto del equipo de Sito Pons.
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"Ha sido increíble tener a toda la afición española apoyándome y les quiero dar las gracias a todos por estar en este día tan importante para mí en mi carrera deportiva y en mi vida", continuó Canet, que aseguró que este "es uno de los podios más emotivos" que ha conseguido en su carrera.
"Conseguir lo que hemos conseguido después de una dura semana, ha sido increíble. Ya habríamos pagado por estar aquí después de conocer el domingo pasado la lesión, cuando me dijeron que tenía el radio roto y también el meñique, y después de esas lágrimas que echamos Alcarria y yo diciendo 'Joder, otra vez caída después de ir primero y encima me hago daño', pero todo es cuestión de mentalidad, de saber dar la vuelta a la tortilla. No me he dado por vencido en ningún momento", afirmó sin dudar Arón Canet.
Desde el punto de vista de Arón Canet esta segunda plaza podría valer un mundial. "Si no, no estaría aquí, las cosas como son; el motociclismo me encanta, es mi pasión, pero también es mi sueño ser campeón del mundo y todos estamos aquí para ganar y, aunque no sea mi objetivo principal este año ser campeón sino lograr mi primera victoria, sabemos que tenemos potencial y no vamos a desperdiciarlo", insistió Canet.