"El partido fue muy bueno, qué puedo decir, fue increíble. Jugamos contra un gran equipo, un gran jugador, sabíamos que Luka iba a ser Luka, todo lo del plan salió en el torneo desde los entrenamientos de preparación, estamos orgullosos del equipo", señaló el interior.
Ingles aportó 16 puntos y 9 rebotes sobre la pista para lograr el bronce con el que compareció, colgado del cuello, en el Saitama Super Arena.
"La medalla pesa", bromeó, para después destacar "todo lo invertido en estos años" para conseguir un éxito que le había sido esquivo a la selección australiana durante toda su historia.
"No es solo jugadores, entrenadores, 'staff', también familias, amigos que han dado mucho por vernos en esta posición. Mi mujer, mis niños han dado mucho tiempo por mí para seguir después de la temporada NBA, tomar un avión y unirme al equipo. El sacrificio va más allá de los jugadores y 'staff'", explicó.
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Para Ingles, esta medalla es un hito en el que llevan luchando mucho tiempo. "Este es el standard, hemos luchado por esto mucho tiempo, desde Pekín 2008, pero a partir de ahora este tiene que ser un standard, las medallas, diría el oro", finalizó.