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Intentará lograrlo con un equipo más parecido a lo que quiere Saras. Más a medida del técnico lituano, que en su segundo curso al frente del conjunto azulgrana tendrá otros dos jugadores con los que coincidió en el Zalgiris: el base-escolta Rokas Jokubaitis y el ala-pívot Nigel Hayes.
Jokubaitis, uno de los principales talentos jóvenes de Europa, ha decidido retrasar sus salto a la NBA para probar una nueva experiencia europea en Barcelona de la mano del que fuera su técnico en Kaunas.
El base, que también puede jugar de escolta, aportará el físico, la energía y la juventud que exhibió la temporada pasada el argentino Leandro Bolmaro, que se ha marchado a la liga profesional estadounidense para jugar con los Timberwolves de Minnesota.
Con Jokubaitis ha llegado Hayes, un jugador de equipo, un '3' que aporta puntos, trabajo y defensa en ambos lados de la pista, un todoterreno que también puede jugar de '4' fichado para desempeñar el rol de Víctor Claver, que ha regresado al Valencia Basket.
El talentoso base argentino Nicolás Laprovittola reemplaza a Leo Westermann, ahora en el Mónaco, en la dirección del juego azulgrana, en una operación de intercambio entre los dos grandes de la ACB que ha llevado al escolta Adam Hanga a jugar en el Real Madrid.
Laprovittola aportará puntos y recursos ofensivos como complemento de Nick Calathes, aunque la incógnita será saber si podrá cumplir con las exigencias de Jasikevicius en defensa, un aspecto que nunca ha sido su punto fuerte.
La otra cara nueva de la plantilla es la de Sertac Sanli, único '5' natural del equipo, tras el fichaje de Artem Pustovyi por el Herbalife Gran Canaria y lo que parece el adiós de Pau Gasol, que cada día que pasa parece estar más cerca de anunciar su retirada definitiva del baloncesto profesional.
Sanli, un jugador inteligente, con mucha movilidad y que aporta un poco de todo el juego interior, llega tras proclamarse campeón de la competición con el Efes en una Final Four en la que fue una pieza fundamental en el equipo turco, al promediar 15.5 puntos, 5 rebotes y 2 tapones por encuentro.
La buena noticia para el Barça es que, pese a la grave crisis económica por la que atraviesa el club, ha podido retener además a sus dos jugadores más determinantes: el escolta Corey Higgins y el ala-pívot Nikola Mirotic. Lo que le hace, una vez más, candidato y aspirante a todo.
El curso pasado, tras dominar la fase regular del torneo y ser la mejor defensa del campeonato (73,7 puntos encajados por encuentro), se quedó sin título a caer en la final.
Esta temporada volverá a intentarlo con el estilo inconfundible de Saras y que ya le ha dado al equipo catalán la Liga Endesa y la Copa del Rey en su primera temporada en el banquillo del Palau: mentalidad ganadora, un alto nivel de autoexigencia, intensidad en la pista y defensa.