Cerro Porteño superó por 2-1 a San Lorenzo y se clasificó a los cuartos de final de la Copa Libertadores. Nelson Haedo, capitán azulgrana, manifestó cuáles fueron sus sensaciones tras una noche en la que el equipo tuvo que remontar para avanzar.
“La satisfacción más grande es verle siempre feliz a tu familia. Se disfruta más del abrazo de tus hijos y el de tu mamá después de una victoria así”, confesó en contacto con el Cardinal Deportivo. Añadió que “es como un desahogo que se tiene. Todo el nerviosismo que se lleva adentro, en la cancha, es una carga grande. Parece fácil pero uno lleva toda la presión, y poder darle alegría a la gente que confía en el equipo también es una satisfacción grande”.
El jugador comentó que de su familia estuvieron “todos menos mi papá, que es el más cerrista pero le tocó ser casero. Mi mamá es olimpsta fanática pero ayer tenía la camiseta 18 puesta alentando. Antes del partido ya estaba rezando por mí”.
El delantero, que jugó en clubes europeos, destacó la hinchada azulgrana. “Antes del partido decía que la ventaja que íbamos a tener estaba afuera. En el segundo tiempo se sintió eso, también durante el recibimiento. Es una experiencia muy linda. Y eso que antes salía a jugar ante 80.000 personas del Borussia Dortmund, pero no es lo mismo cuando sos de un club y estás jugando un partido importante. Eso es emocionante”, detalló. “Agradezco a la hincha, al plantel, al club por permitirme vivir eso”, remarcó.
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Haedo también tuvo una mención especial para Óscar Ruiz. Expresó que su compañero tiene buenas chances de jugar en el exterior “si es fuerte de cabeza, porque ese es su problema. Se bajonea. Pero tiene potencial para salir y demostrar que está para grandes cosas”.
“La afición azulgrana lo tenía marcado pero ahora está en lo más alto”, reconoció. El Kure’i fue la figura del encuentro ya que con su ingreso, en el segundo tiempo, el cuadro de Barrio Obrero mejoró su juego y logró revertir el 1-0 con el que se fue la primera mitad. A Ruiz le hicieron el penal que Joaquín Larrivey cambió por gol y después se encargó de poner el segundo tanto cerrista que significó la clasificación.
