El fútbol siempre da revanchas, a chicos y a grandes, e Independiente del Valle es el claro ejemplo. El elenco ecuatoriano juega este sábado su segunda final internacional y busca conquistar la Copa Sudamericana 2019. Hace tres años, el Negriazul definió la Copa Libertadores de América y perdió el título contra Atlético Nacional de Colombia. Aquella histórica campaña comenzó en Asunción y tuvo una jugada clave.

Independiente inició el certamen en el repechaje y enfrentó a Guaraní. En Sangolquí, el local ganó 1-0. En la revancha, el 11 de febrero, el Aborigen dio vuelta la serie, pero necesitaba un gol más para clasificar a la fase de grupos. Con el partido 2-1 a segundos del final en el Defensores del Chaco, Arturo Mina cometió un penal y de la ejecución se encargó Hernán Rodrigo López. El uruguayo abusó en la fuerza del remate y envió el balón sobre el travesaño.
El tiro errado permitió a los ecuatorianos avanzar al Grupo 5, donde terminó segundo, por detrás de Atlético Mineiro. El Matagigantes, apodado desde esta edición del torneo, eliminó en Chile a Colo Colo empatando 0-0 en la última jornada. Posteriormente y con Librado Azcona como héroe, Independiente sacó a River Plate en el Monumental en octavos y derrotó a Boca Juniors en la Bombonera en semifinales.
