El Borussia Dortmund, cuando Haalland entró al campo en el minuto 56, perdía por 3-1; y estaba en una fase en que, tras el tercer gol del Augsburgo, parecía haber entrado en un período de inseguridad. El partido hasta ese momento reflejaba muchos de los problemas que ha tenido el Dortmund en esta temporada.
El entrenador, Lucien Favre, pareció acordarse de que a Haaland lo habían fichado para marcar goles y lo envió al campo, sacrificando al lateral derecho Lukasz Piszczek y retrasando la posición de Achraf Hakimi. Cuando llevaba tres minutos en el campo, Haaland recibió un pase de Sancho en el área y marcó con un remate de primera de pierna zurda. Otra vez el partido estaba abierto y en el 61 Sancho marcó el empate, aprovechando un pase largo de Mats Hummels.
El cuarto gol del Dortmund, el más fácil de los tres de Haaland, llegó en el 72, cuando remató a puerta vacía a pase de Hazard. La sentencia llegó en el 79, cuando Haaland marcó con un remate de zurda cruzado a pase de Reus. Esta gran remontada del Dortmund y el triplete de Haaland quedará sin duda en la memoria de los hinchas por mucho tiempo.