Muchas de las 10 selecciones involucradas habrán completado 11 meses sin actividad. Entre los cambios más significativos a los que el mundillo del fútbol ha estado abocado para volver a la actividad, y que la FIFA ha mantenido para las eliminatorias, están el que cada selección haya montado su propia “burbuja” de preparación, jugar en estadios sin público y cumplir a rajatabla rigurosos protocolos de bioseguridad.
Es así como en estos tiempos de pandemia las listas de convocados por los seleccionadores han sufrido cambios no solo por lesiones de última hora, como era habitual, sino por contagios de algunos jugadores o por sospecha del mismo.
La integración de las selecciones tendrá casos “sui generis” como el de Lionel Messi, quien viajó de Barcelona a Buenos Aires en su avión privado con seis convocados más de la selección albiceleste y asimismo con su amigo Luis Suárez, citado por la de Uruguay.
Este periodo de parón deja además un caso especial como el de la selección de Ecuador, que a comienzos del año contrató al entrenador hispano-holandés Jordi Cruyff pero ni siquiera pudo dirigir un entrenamiento y renunció junto a su cuerpo técnico. La Federación Ecuatoriana de Fútbol, sumida en una crisis institucional y de resultados deportivos, contrató en su reemplazo al argentino Gustavo Alfaro, quien debutará en el banquillo frente al equipo de su país.
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No será el único que debute en las Eliminatorias. Lionel Scaloni, de Argentina; César Farías, de Bolivia; Reinaldo Rueda, de Chile; Carlos Queiroz, de Colombia; Eduardo Berizzo, de Paraguay, y José Peseiro, de Venezuela, también lo harán. Será un estreno de siete de 10 seleccionadores. Ya estaban en el cargo Adenor Leonardo Bacchi “Tite”, en Brasil; Ricardo Gareca en Perú, y Oscar Washington Tabárez en Uruguay, quien además ostenta el récord de ser el de mayor tiempo seguido frente a una selección, con 14 años, pues está en el cargo desde el 8 de marzo de 2006.
Con este panorama se jugarán las dos primeras fechas. El partido entre Paraguay y Perú en Asunción dará comienzo el 8 de octubre a la programación de 10 partidos, mientras que el de Perú y Brasil será el último el jueves 13 en Lima.
Negativa de clubes por el covid
La negativa de muchos clubes a ceder a sus jugadores, alegando dificultades para cumplir con las cuarentenas o el simple temor a permitir viajes en medio del covid-19, se transformó en un nuevo obstáculo para las selecciones.
Un dictamen reciente de la FIFA mantuvo la decisión adoptada en agosto por la que los clubes podrán tener en cuenta medidas de cuarentena o restricciones de desplazamientos para impedir que sus futbolistas se unan a sus selecciones, exacerbando las presiones históricas entre las asociaciones nacionales y las instituciones.
La emergencia sanitaria por la pandemia llevó a la FIFA a permitir que los clubes pueden retener a sus futbolistas si “una cuarentena de al menos cinco días es obligatoria” en el lugar donde se dispute el partido. Y varios clubes no dudan en aprovechar el reglamento a su favor.
Colombia sufre a causa de la nueva norma. Su arquero titular, David Ospina, no podrá sumarse a los dirigidos por el portugués Carlos Queiroz para los juegos ante Venezuela en Barranquilla y en la visita a Chile el martes 13. El guardameta, que milita en el Nápoli, “está impedido para asistir a la convocatoria debido al aislamiento preventivo” al que ha sido sometida su dotación luego de que se detectaran dos casos de coronavirus en el plantel.