Agónico y clave

Una fecha marcada por los casos positivos de covid-19 se puso en marcha en Los Jardines del Kelito, estadio que fue rehabilitado el jueves, con el juego River Plate-Sportivo Luqueño.

El cuadro local, que llegaba a la cuarta jornada sin conocer del triunfo, recibió a un conjunto que solo sonrió en el debut. El duelo era clave porque ambos estaban con la necesidad de ganar por su situación en zona de descenso.

La primera mitrad no contó con muchas emociones. El trámite no fue bueno. Dentro de todo, el dueño de casa estuvo más próximo al gol. A los 7′, Diego Godoy sacó un remate sin mucha potencia ni correcta dirección desde una posición buena. A los 22′, el zurdazo de Carlos Montiel inquietó a Nicolás Campisi quien solo acompañó el disparo con la mirada. Para fortuna auriazul, el tiro solo pasó cerca.

La visita intentó dañar con balones largos para Enrique Borja y Carlos González. Librado Azcona, sin la posibilidad de controlar el balón con las manos por estar fuera del área, despejó corto mas los jugadores rivales no supieron sacarle provecho a una portería que se vio vacía por unos segundos.

Al inicio del complemento, un posible penal por mano de Marcos Acosta hizo trabajar al VAR. No obstante, el árbitro principal Éber Aquino decidió que fue una acción casual. El tiempo avanzaba y el trámite no mejoraba. Tanto Mario Jara como Luis Escobar recurrieron a la banca pretendiendo dar el primer golpe.

Cuando todo indicaba que el 0-0 no se modificaría, Pablo Zeballos metió un gran pase para Marcelo González quien con un remate potente instaló el 1-0, a los 92′. El tanto sirvió para que el Kelito festeje su primera victoria en el torneo frente a un rival directo en la lucha por permanecer en la categoría principal.