“La FIFA lamenta las escenas que precedieron a la suspensión del partido entre Brasil y Argentina, impidiendo a millones de fans disfrutar de un partido entre dos de las naciones futbolísticas más importantes del mundo”, así comenzó el comunicado de la FIFA sobre el bochornoso episodio en el estadio del Corinthians. A los cinco minutos de haber comenzado el clásico entre Brasil y Argentina, funcionarios de la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) suspendieron el partido.
Las autoridades brasileñas ingresaron al campo por una supuesta violación del protocolo anticovid por parte de cuatro jugadores argentinos: el portero Emiliano Martínez, el zaguero Cristian Romero, el volante Giovani Lo Celso y el delantero Emiliano Buendía. “Los primeros informes oficiales han sido enviados a la FIFA. Esta información será analizada por los órganos disciplinarios competentes y se tomará una decisión”, agregó FIFA, que deberá decidir sanciones o reitera el partido en otra fecha.
