Otro drama que desvelaba las falencias defensivas era la poca fortaleza en la mediacancha y en ofensiva. Cada pelota que salía volando del área regresaba rápidamente. No había dominio o pausa, alguien que cargue con el compromiso de la pelota para respirar, descansar y elaborar, permitiendo que el resto evolucione. Por su lado, Almirón y Romero estuvieron a las corridas y Sanabria, luchando en inferioridad numérica. No hubo manera de sostener un avance y hacer que el equipo salga. Por eso, ya en los primeros 45′, Antony Silva inició a gestar la imagen de figura, que se agigantó más adelante con varias tapadas, como la que sacó del angulo a Alejandro Gómez. Tanta debilidad en ofensiva hizo que por momentos Junior Alonso rompa el molde y sea atrevido saliendo, conduciendo y emigrando al ataque como un volante. Tampoco hubo explosión para salir rápido, los volantes no desdoblaban y el equipo no evolucionaba para aprovechar.
Esta penosa iniciativa varió cuando Berizzo dejó la triste y miedosa postura conservadora. Un riesgo, sí, claro que sí. Pero ya era momento, también porque el rival mostraba síntomas de cansancio. Ya de Paul no tenía el mismo despliegue y Messi jugaba más alejado de la zona de influencia. Y con el 4-3-2-1 la conducta y la actitud fueron distintas. Hubo ambición y empezaron las asociaciones, los desbordes y los ataques con un sentido claro y convencido de ganar. Fueron varias las ocasiones y el partido, al golpe por golpe, afectó e hizo tambalear al visitante, que cada vez se paró más lejos de Silva, pero con la apertura para contragolpear, un daño que recibió el anfitrión, principalmente con las pelotas cruzadas o un toque de Messi entre líneas. Jugar 30 metros más adelante también fue oportuno para la condición de Villasanti. Amonestado, tuvo más protagonismo en la elaboración y menos recorrido para marcar, cruzar o cerrar. El ingreso de Lucena también fue clave. Y en ese proceso, Sanabria tuvo una de taco, Almirón un mano a mano con el arquero y González, dentro del área pateó sobre el travesaño.
Anoche, en el segundo periodo, esta Albirroja jugó, compitió y estuvo a la altura, una evidencia para Berizzo. Por lo menos de local, esa debe ser la conducta. Atacar, que también es válido.
@DarioIbarra01
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