Eficacia, la principal virtud
Nacional pasó más tiempo con la pelota y jugando en campo rival, pero en ningún momento fue sinónimo de poder ofensivo. El Tricolor, en racha de cuatro victorias, no fue ni sombra de los rendimientos pasados y, en esta ocasión, fue superado por un rival contundente, por fortuna y por capacidad propia.
Sol de América no tardó en abrir el marcador a pesar de que el local era dueño de la posesión y trataba de tomar el protagonismo. Un anticipo en la cabecera del área, dejó a Iván Cazal de frente al arco. Sin dudar, el volante ofensivo remató con la pierna zurda y, gracias a un desvío en el trayecto del balón, descolocó a Santiago Rojas y estableció el 1-0 en Barrio Obrero.
En el resto de la primera etapa, los avances con el objetivo de empatar no fueron más que acciones inertes, sin peligro.
Es más, cuando el visitante cambiaba de ritmo o estaba en condición de atacar, generaba mayor sensación de gol.
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En la complementaria, la temática no cambió, pero en el comienzo, el equipo de Celso Ayala dio un golpe letal: Marcelo Estigarribia, de tiro libre, convirtió un golazo para ampliar el marcador. El tiro, desde la cabecera del área, superó la barrera e ingresó en el ángulo izquierdo de Rojas.
El tanto desmoralizó al Albo, que no evidenció ningún tipo de reacción. Los ascensos eran por inercia, por ubicar un balón al área, por juntar gente en ofensiva, pero sin claridad, sin inventiva, sin juego.
Mientras tantos, el conjunto de Villa Elisa acechaba para el tercero, sin hacer mucho, sin elaborar, pero aprovechando espacios, desatenciones y manteniendo la eficacia, su principal virtud.
Una salida, manteniendo la pelota en campo rival por izquierda, en inferioridad numérica, pasó al otro lado del campo para que Rodrigo Rojas atropelle y defina cruzando el balón ál ángulo superior derecho del portero para el 3-0 definitivo y el regreso al triunfo.
@DarioIbarra01
