En el superclásico, exactamente en el banco de suplentes de Cerro Porteño, había una camiseta de Guaraní con el número 13 puesta en uno de los asientos. La indumentaria fue un homenaje de Marcelo Palau a Édgar Aranda, quien falleció a los 34 años producto de un paro cardíaco. El exlateral fue compañero del uruguayo en el Aborigen, donde compartieron concentración por varias temporadas. “Me tocó concentrar casi tres años con él cuando yo llegué a Guaraní. Surgió una amistad espectacular”, contó el volante a ABC.
“Es importante que se vea. Todos los que compartieron con él te dirán los mismos. Era una gran persona, una alegría impresionante, el primero en recibir a la gente cuando llegaba, a los jugadores nuevos, compañeros nuevos, era el primero en romper el hielo. Era una persona que siempre estaba contenta y alegre todo el día. Tenía problemas cotidianos como todos nosotros, pero el dejaba toda afuera y entraba a la cancha y era feliz compartiendo con gente en el vestuario”, recordó Palau, quien dejó la camiseta en el sitio mencionado durante todo el partido.
“Lo de ayer era lo mínimo que podíamos hacer. Muchos compañeros lo van a replicar porque algunos ya me pidieron la remera prestada para sus partidos. Con un gusto enorme porque será la manera en que lo sigamos teniendo presente y homenajear, a su familia también. Que siga siempre en el recuerdo porque se fue muy rápido y lo vamos a extrañar. Para mí es un dolor enorme”, culminó el mediocampista, que fue suplente en el triunfo 1-0, con gol de Robert Morales, del Ciclón sobre Olimpia en la regularización de la sexta jornada.