"Sabéis lo que significa para mí esta ciudad y este club. Poder jugar ante el Girona, con el escudo que defiendo, el de Bolívar, que tan bien me ha tratado desde mi llegada, hace que sea un partido tremendamente especial y muy emotivo", afirmó este viernes el excapitán del conjunto rojiblanco, en una rueda de prensa.
Granell ahondó en sus sentimientos antes de este partido amistoso: "Son muchas emociones, algo de nervios por jugar contra el equipo que he defendido durante siete temporadas y en el que hemos vivido tantos momentos emocionantes. Y porque representamos a una institución que es la más grande de Bolivia y de las más importantes en Sudamérica".
"Vamos a tratar de competir de la mejor manera posible, porque para el Girona es una prueba importante a pocos días de comenzar la liga. Intentaremos dar nuestra mejor versión para que sea un gran espectáculo para los aficionados. A medida que se acerque el partido, las emociones serán más intensas. Sobre todo porque tendré a la familia en el estadio", añadió.
El centrocampista no cerró la puerta a un eventual regreso al Girona cuando cuelgue las botas: "Es algo que me llenaría de orgullo, aunque antes de pensar en eso hay que terminar bien la carrera. Me siento preparado para jugar a buen nivel unos años más. Pero también hay que pensar en el futuro y formarse. Sería una meta en un futuro cercano".
Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy
Por último, Granell auguró que "toda la experiencia acumulada" por el Girona en las últimas temporadas le "servirá" en su vuelta a Primera, y alabó la labor de la dirección deportiva por "los fichajes de jugadores con un talento descomunal".
"Es un orgullo poder ser de esta ciudad. A disfrutar de la Primera División, que es algo mágico que es esta ciudad, por lo bien que se está trabajando y la cultura de deporte que respira, merece", zanjó.