El proceso, que comenzó en 2017 bajo la dirección de la Comisión de Grupos de Interés del Fútbol, representa la primera revisión profunda del sistema de traspasos del fútbol desde su implantación, en 2001, y que se vio afectado por la pandemia del coronavirus y la invasión rusa a Ucrania.
Reformas dentro de las que la última en llegar hace referencia a los agentes de los futbolistas, estableciendo desde el inicio de 2023 un nuevo marco regulador para establecer normas "éticas y profesionales fundamentales", incluyendo la prohibición de representación múltiple y un límite en las comisiones.
Además, la FIFA destaca los avances para jugadores que no reciben buen trato por parte de sus clubes, aquellos que sufren impagos y regulación protectora específica para los menores de edad, incluyendo una mayor atención al sistema de cesiones para "proteger su desarrollo y promover el equilibrio competitivo", subraya en un comunicado.
Por otra parte, el organismo incluyó medidas de amparo y garantías para las jugadoras que estén embarazadas o den a luz durante el periodo de vigencia de un contrato, a la vez que establece un marco regulador para que los entrenadores cuenten con las mismas protecciones de que disponen sus jugadores.
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"La FIFA continúa trabajando para ejecutar las últimas fases previstas de este proceso de la mano de las distintas partes interesadas, y sigue atenta a los cambios que se producen en el ecosistema futbolístico, a fin de estar preparada para adaptar y modernizar sus normativas según proceda, siempre con el objetivo de que el fútbol sea todavía mejor y realmente global", destacó Victor Montagliani, vicepresidente de la FIFA y presidente de la Comisión de Grupos de Interés del Fútbol.