Abde se estrena con Osasuna en el momento idóneo

Este artículo tiene 2 años de antigüedad
/pf/resources/images/abc-placeholder.png?d=2395

Pamplona, 26 ene (EFE).- El jugador marroquí de Osasuna Abde vivió su primera gran noche como rojillo después de marcar el tanto de la victoria ante el Sevilla en la prórroga, con el que se estrenaba como goleador en Pamplona y que certificó el pase a las semifinales 18 años después.

El Sadar tardará en olvidar las emociones vividas durante los 120 minutos contra el Sevilla que terminaron de manera feliz para los intereses locales. Antes de todo ello, uno de los protagonistas de la noche saltó a calentar tras el descanso para entrar en el minuto 69 de partido.

El jugador cedido por el Fútbol Club Barcelona salió al césped en sustitución de Kike Barja con el objetivo de cazar desprevenida a la zaga hispalense en una de sus vertiginosas inclusiones. Chimy Ávila adelantó a su equipo y otro mundialista con Marruecos, En-Nesyri, puso el empate en el descuento.

Con el choque en la prórroga y un Sevilla reforzado de moral, Osasuna se vio algo acongojado. Parecía que el impulso del tanto en el 94 terminaría por surgir efecto con un nuevo gol visitante, pero un chispazo rojillo derrumbó las esperanzas de remontada sevillistas.

Moncayola sirvió en profundidad para Abde, quien piso el área con velocidad. Sentó a Baldé con un buen regate atrás y colocó el esférico entre el defensor y el palo izquierdo de la portería de su compatriota Bono.

Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy

La locura se desató en El Sadar y el joven futbolista de 21 años fue hacia la banda para celebrarlo con todos sus compañeros. Era su primer gol con la elástica rojilla tras varias intentonas desde que llegase en verano. Ayer fue tuvo minutos como revulsivo, papel que muchos reclaman como el más apropiado para el chaval.

El Atlético de Madrid visita este domingo Pamplona con un Osasuna en estado de gracia y predispuesto a dar un nuevo golpe sobre la mesa frente a los colchoneros con un Abde sin piedras en la mochila y con el empujón de su determinante derechazo de ayer.