Descrito por medios como "el mayor tesoro nacional", la reliquia es una pequeña caja de manera tallada a mano y que en su interior contiene las cenizas de los puros fumados por los capitanes de las selecciones de ambos países tras el primer partido internacional disputado en suelo australiano, en junio de 1923.
Fabricado con una combinación de madera de arce, procedente de Australia, y de madreselva, neozelandesa, la tapa se adornó con un canguro y dos hojas de helecho plateadas, que simbolizan la relación entre ambos países.
Además en su interior, enclavado en un forro de terciopelo azul oscuro, se encuentra un estuche plateado -donde reposan las cenizas- que perteneció al soldado australiano William Fisher durante el desembarco en Gallipoli (Turquía) en 1915, donde miles de soldados australianos y neozelandeses murieron en la Primera Guerra Mundial.
Durante 30 años, el trofeo fue cruzando el Mar de Tasmania, que separa Australia y Nueva Zelanda, junto al equipo victorioso, hasta que en 1954 desapareció dejando tras sí un halo de misterio.
Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy
En un comunicado, Football Australia indicó el lunes que el trofeo fue recientemente encontrado "en perfectas condiciones" por los nietos del ex presidente de la federación australiana de fútbol Sydney Storey en un garaje guardado junto a objetos personales.
"No es solo un trofeo, es un símbolo de que Australia y Nueva Zelanda trabajan juntos, juegan juntos y se cuidan mutuamente", indicó el ente al matizar que dependen de ambos países si quieren utilizarlo de nuevo para sus partidos.
