El técnico vio la tarjeta roja en el choque de la primera cita en Anfield, después del gol del 3-2 del Liverpool en el tiempo añadido, por enfrentarse a un aficionado que, según él, lo había insultado durante todo el choque.
Esa expulsión significa al menos un partido de sanción, que cumplirá este martes contra el Eintracht, con lo que no podrá sentarse en el banquillo ni mantener contacto con sus jugadores en el estadio para explicaciones técnicas ni antes ni durante todo el encuentro.
