No hay duda, es uno de los peores momentos de la historia de Olimpia. Una era acabó y mal: humillado en Asunción y Brasilia por el Flamengo, que clasificó a las semifinales de la Copa Libertadores con un global 9-2. Los últimos treces días del Decano fueron de terror y no solo por las caídas contra el Mengão. También fue superado por Guaraní en el clásico más añejo y goleado por Cerro Porteño en el superclásico. En medio de los cuatro choques difíciles de digerir y, olvidar inmediatamente, hubo cambio de técnico: renunció Sergio Orteman y asumió Enrique Landaida.
Aunque perdió 2-0 contra Guaireña antes de visitar Dos Bocas, el Aborigen arrancó la horrible racha del Franjeado: 3-1 en el Rogelio Livieres, en la antesala de la ida contra los cariocas. El “Fla” era la oportunidad perfecta para recuperar la confianza, pero la diferencia entre ambos fue abismal más allá del error del VAR, que no expulsó a Giorgian de Arrascaeta y sancionó un insólito penal, que a la vez rectificó una roja a Filipe Luiz, para los dirigidos por Renato Gaúcho. El 4-1 en el Manuel Ferreira fue un regalo. Pudo ser más, hasta histórico si los visitantes convertían cada ataque.
En siguiente round apareció Cerro Porteño, que llegaba victorioso después de quebrar una racha de tres empates seguidos al vencer 2-0 al Albiceleste. El conjunto de Francisco Arce disputó un segundo tiempo perfecto y bailó al cuadro de Sergio Orteman, que acabó con dos menos por las expulsiones de Iván Torres y Richard Ortiz. Fue 3-0 con goles de Mauro Boselli, Claudio Aquino y Robert Morales, todos en la complementaria. La caída de local, con el Ciclón rompiendo una marca de 20 años, ante el tradicional rival fue el punto final de la etapa del técnico uruguayo.
Y así, el viaje a Brasilia. Una remontada con la realidad del equipo, siempre fue una utopía. El mejor equipo del continente volvió a triunfar, con un Gabriel Barboza intratable. Esta vez, 5-1, el golpe de nocaut para el final de una pelea, en la que nunca fue adversario sino un pasatiempo de los que pasaron por el ring. El sueño continental culminó sepultado y el campeonato, en estas condiciones, parece un imposible. Pero no hay tiempo para lamentos, la tabla acumulativa tampoco permite más errores ya que Nacional acecha por el último boleto a la Libertadores 2022.
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