La selección paraguaya fue un desastre en Santiago: perdió 2-0 contra Chile en un partido en el que no pateó una sola vez el arco. Sí, no hay registro de la Albirroja disparando a la portería de Claudio Bravo. El dato es una evidencia de la conservadora, casi cobarde, postura de Eduardo Berizzo, quien jugó a empatar cuando la necesidad era ganar. En el cero a cero, con el equipo pegado a Antony Silva, el entrenador reemplazó a Carlos González por Antonio Sanabria: hombre por hombre, sin arriesgar ante una Roja sin ideas y una de las peores de los últimos tiempos.
“Teníamos cuatro delanteros en la cancha: Miguel (Almirón) y tres atacantes”, mencionó Berizzo, tratando de explicar que la formación era ofensiva. “Sí, es verdad que no generamos ataques, solo una acción de desborde de Miguel (Almirón) y otro en el que Pika (Ángel Cardozo Lucena) tiene un pase en una contra en el que éramos más ataque que defensa, pero evidentemente el partido no fue bueno para nosotros ni defensivamente estuvimos ajustados hasta veinticinco minutos. donde recibimos los goles y en ataque no generamos nada”, agregó el DT.
“Si jugamos mal es responsabilidad mía. Jugamos defensivamente bien hasta el gol, después ofensivamente nos costó mucho, no encontramos profundidad en banda, teníamos cuatro jugadores de corte ofensivo y ni aún así atacamos bien. No fue un buen partido en ataque para nosotros”, agregó Berizzo. Producto de la pésima imagen en el San Carlos de Apoquindo, Paraguay está obligado a triunfar en La Paz. Berizzo no contará con Omar Alderete, quien fue expulsado, pero recuperará a dos titulares: Junior Alonso y Mathías Villasanti.
