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“Ha sido una decisión difícil de tomar, pero ya son veinte los años que juego. Estoy cansado y creo que este año, a pesar del descenso, he dado todo lo que podía dar y ahora intentaré seguir mi vida por otro lado, espero que bien”, explicó Querín, que quiere dedicarle más tiempo a su familia.
En declaraciones a EFE, Querín reconoció que es una decisión que meditaba desde hace un tiempo y recordó que en el primer año que jugó en el club rojiblanco, en la temporada 2017-18, no estuvo lejos de dejarlo porque había sido un año muy difícil y triste por el descenso de categoría.
“Bajamos y no estuve muy lejos de dejarlo, pero decidí seguir para ascender al equipo y lo conseguimos. El año pasado logramos mantener la categoría, aunque se cortó la competición, porque el equipo estaba muy bien y creo que lo hubiésemos conseguido”, recordó.
El capitán del Fertiberia, tras cuatro temporadas en Sagunto, se despidió ayer del club y de la afición en el último partido de Liga en casa -todavía les queda la última jornada por disputar-, en el que recibió un homenaje por parte de sus compañeros, familiares y afición.
“Es un orgullo cuando uno juega tantos años en diferentes clubes y toca despedirse de cualquier sitio, no siempre es de esta manera,. Aquí, en el Puerto de Sagunto, me sentí desde el principio como en casa. La gente es maravillosa, siempre apoyando y alentando, siempre con el grito del ‘argentino’ que hace sentir muy bien”, afirmó Querín.
Querín, que comenzó en el Quilmes de su país y pasó por las ligas italiana, austríaca y francesa, añadió que se lleva "cosas lindas" como el ascenso, las amistades y la gente.
El jugador expresó que le desea a toda la gente del Puerto y del club un excelente futuro, que puedan volver a Asobal lo más rápido posible y que sigan animando y haciendo crecer al club porque su historia lo merece.