El exárbitro español, hasta ahora máximo responsable de arbitraje en el balonmano mundial, acusa a Moustafa de maniobrar para cambiar algunas normas para que, por ejemplo, un colegiado nórdico no pueda pitar a una selección también nórdica.
Eso pone "en duda la honorabilidad de los árbitros", afirmó Gallego a EFE.
"Los últimos cuatro años han sido difíciles porque es muy complicado trabajar con este presidente, que solo está acostumbrado al ordeno y mando sin tratar de llegar a acuerdos con nadie", dijo a EFE Gallego, que arbitró finales de campeonatos del mundo y Juegos Olímpicos.
"El presidente", explicó a EFE, "no ha dado por válida la lista de árbitros" que presentó "para que pitasen los Juegos Olímpicos", lo que provocado su decisión de poner fin a 36 años en lo más alto del arbitraje internacional, primero como colegiado y luego como dirigente.
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"Hasta ahora he dormido bien y quiero seguir haciéndolo y cuando mire a la cara a mis amigos no quiero que nadie me pueda decir que soy un corrupto. Hay que dar la cara cuando la hay que dar y punto", manifestó Ramón Gallego a EFE.
Su decisión le impedirá acudir a Tokio a los que serían sus octavos Juegos Olímpicos, en los que iba a ser Delegado Internacional.
