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La decisión fue tomada en la 138a sesión del COI celebrada en la antesala de los Juegos Olímpicos de Tokio y fue notificada al presidente de la FIAS, Vasili Shestakov, mediante una carta publicada en la página web de la federación, con sede en Rusia.
La federación había recibido en 2018 el reconocimiento provisional del COI.
"Hoy hemos dado otro gran paso hacia nuestro preciado sueño, que es la inclusión de sambo en el programa de los Juegos Olímpicos", indicó el presidente de la FIAS, quien sostuvo que "cada vez más países abren sus puertas a nuestro deporte".
La intención del sambo de entrar en la familia olímpica fue anunciada por primera vez en 2009.
En 2003 por decisión del Comité Estatal de Deportes el sambo fue reconocido oficialmente con una prioridad nacional y deportiva en Rusia.
"El programa deportivo de los Juegos Olímpicos de 2024 en París ya se ha formado", dijo Shestakov a la agencia RIA Nóvosti.
"Por tanto, ponemos nuestras esperanzas en la inclusión de sambo en los Juegos Olímpicos de 2028 en Los Ángeles. Hay mucho trabajo por hacer, pero tenemos esperanzas", señaló.
"Ya redujimos el número de categorías de peso a siete para hombres y mujeres", dijo el presidente de la FIAS, al tiempo que se mostró abierto a considerar otras opciones a las 14 categorías en total.
El sambo, acrónimo en ruso de "Autodefensa (defensa personal) Sin Armas", contaba con un inmejorable valedor, el presidente ruso Vladímir Putin, que practica ese deporte desde la adolescencia.
La FIAS atribuye el nacimiento del sambo a la fecha del 16 de noviembre de 1938. Creado como un arte marcial híbrido destinado a mejorar la capacidad de los agentes del precursor del KGB y de las unidades especiales del Ejército rojo, este deporte cuenta ya con varios millones de practicantes en todo el mundo.
Solo en Rusia, donde el sambo se considera un deporte nacional, más de 500.000 ciudadanos lo practican, incluidos más de 230.000 niños.
Según el viceprimer ministro Dmitri Chernishenko, en Rusia hay casi 80 federaciones regionales de sambo.
"Estoy muy contento de que el sambo sea oficialmente reconocido como deporte olímpico, este es un evento verdaderamente histórico para la comunidad deportiva mundial y, por supuesto, para Rusia especialmente", señaló el ministro de Deportes de Rusia, Oleg Matitsin.
"Este es nuestro deporte nacional, que se cultiva en casi todas las regiones del país. Estoy seguro de que el reconocimiento de sambo como deporte olímpico contribuirá a un mayor desarrollo de este deporte y su popularización entre la generación más joven", añadió.
El sambo se ha beneficiado en los últimos años de la explosión vivida por las Artes Marciales Mixtas (MMA), que tiene en el Ultimate Fighting Championship (UFC) uno de los espectáculos deportivos más seguidos del mundo.
Este deporte -el único internacional donde la lengua franca es el ruso, aunque un español, Fernando Compte fundó la Federación Internacional de Sambo en 1984- le está ganando terreno a las otras cuatro formas principales de la lucha libre competitiva, especialmente a la lucha clásica, ya que la grecorromana y el judo están muy asentadas.