"Hemos salido al agua sabiendo que eran unos cuartos de final, que hace cinco años nos quedamos fuera y no queríamos volver a repetirlo", afirmaba Laura Ester, la portera de un equipo que hoy dominó en defensa la piscina de Tokio.
"Estamos muy contentas, hemos conseguido llegar hasta aquí y hay que seguir", afirmaba a los medios Roser Tarragó, una de las atacantes y marcadora de unos de los 11 goles, repartidos entre siete de las jugadoras del disciplinado equipo.
"Nos hemos sacado la espinita y hemos ido a por todas", concluía radiante la deportista.
En los Juegos de Río, la selección femenina de waterpolo no pudo acceder a semifinales, algo que hoy ha quedado atrás y que celebran sin perder de vista la concentración para encarar los nuevos partidos en la pelea por el podio de Tokio.
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"Vamos partido a partido, siempre intentando luchar por las medallas, en Río no pudo ser y cinco años más tarde lo hemos conseguido. Hemos demostrado la garra del equipo que desde el minuto uno ha salido a ganar ", concluía la portera que hoy se blindó ante los ataques de las rivales chinas.
En el próximo partido se medirán ante Hungría u Holanda, pero lo encaran con el espíritu de "dar lo mejor y jugar disciplinadas" porque "no hay rival fácil", según palabras de Laura Ester.
Por su parte, el seleccionador Miki Oca se mostraba satisfecho y cauto tras el partido, consciente de que se han superado unos cuartos de final, pero hay que seguir luchando.
"Ahora tenemos que poner nuestra concentración y energía en preparar muy bien las semifinales, que sabemos van a ser con un rival muy duro, sea Hungría u Holanda", afirmó a los medios el entrenador tras la victoria.
Antes de marcharse tras el excelente partido, algunas jugadoras como Bea Ortiz mostraban sus uñas pintadas de rojo y blanco con los anillos olímpicos, algo que muchas de ellas llevan al unísono para continuar peleando, siempre en equipo, y lograr el sueño olímpico.