Pese a contar solo 22 años, era su salto número 53 por encima de los seis metros, a lo largo de su carrera.
La plaza de la Navegación sirvió de popular escenario a la prueba de pértiga, que se adelantó en un día al programa general de la Athletissima, reunión atlética de la Diamond League.
El atleta sueco, que en los recientes Mundiales de Eugene (Oregón, EE.UU.) se hizo con su primer título mundial elevando su récord hasta los 6,21 metros, se quedó solo en competición cuando superó los 5,90.
Luego necesitó agotar los tres intentos para superar las alturas de 6,00 y 6,10. No continuó saltando.
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El estadounidense Christopher Nilsen, vencedor el año pasado en Lausana y actual subcampeón del mundo, se había quedado en los 5,80, lo mismo que el filipino Ernest John Obiena -bronce mundial- y el noruego Sonfre Guttormsem.
Los hermanos Lavillenie tuvieron un mal día en el centro de Lausana. Tanto Renaud (explusmarquista mundial) como Valentin sólo saltaron 5,40 metros.