El récord de salto de longitud italiano ha cambiado de nombre, pero no de familia. Larissa Iapichino (Florencia, 2002) siempre ha tenido que cargar con el peso de ser la hija de una de las atletas más importantes de Italia, aunque su madre siempre ha intentado quitarle hierro al asunto.
"Serás la hija de Fiona May para siempre, pero eres Larissa Iapichino, nunca lo olvides", dijo May en una entrevista con el 'Corriere della Sera' en 2018.
Han pasado ya cinco años desde aquello y ahora, con tan solo 20 años, Larissa ha conseguido labrarse su propio nombre en la historia del atletismo, un mundo lleva ya varios años dando señales de su talento.
"Mamá está encantada. Se pasó los primeros diez minutos de la llamada que le hice después de ganar la medalla de plata gritando como loca...", desveló la actual subcampeona este martes en una entrevista con el mismo rotativo.
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Y no porque le haya quitado el récord, sino por la alegría: "Me sigue repitiendo que los récords están para romperse, son las medallas las que duran. Lo importante es que todo se quede en familia. Está tan feliz por mí".
El récord en pista cubierta que ahora tiene Larissa Iapichino no era el único que tenía Fiona May, que todavía tiene el mejor salto al aire libre, con una marca de 7.11m que su hija, aunque con cautela, mira de reojo.
"Eh, eso es mucho decir. Estamos hablando de una medida importante. Pero querer es poder: el sueño existe", dijo.
El otro culpable de su amor por el atletismo es su padre, el italiano Gianni Iapichino, exsaltador de pértiga, que es también su entrenador.
"La curiosidad, sus ganas de implicarse y de competir son sus mejores cualidades. Con él entrenar nunca es aburrido. Tenemos cuidado de no mezclar roles: en la pista somos entrenador y atleta, no padre e hija. Ah, también es capaz de darme una gran tranquilidad aunque esté muy nervioso durante el salto", comentó.
Larissa Iapichino es ya una realidad para el atletismo una italiano, una nueva perla que se une a una generación 'azzurra' prometedora. Por el momento le ha quitado un récord a su madre, y habrá que esperar a ver si puede arrebatarle el que le queda a Fiona May. Aunque eso sí, por el momento, todo queda en familia.