La escuadra italiana, que tiene su base permanente en Cagliari (Cerdeña), llegó a Barcelona con su AC40 (monocasco con 'foils' (hidroalas) de 11,80 metros de eslora y varias lanchas de seguimiento y realizó a última hora de la tarde su primer entrenamiento en el campo de regatas de la Ciudad Condal.
El regatista italiano Francesco Bruni, copatrón (timonel), junto al australiano Jimmy Spithill, del equipo transalpino, reconoció al final del entrenamiento que, "fue un muy buen día," para el Luna Rossa, pues "el barco se comportó muy bien", en su primer día en Barcelona.
"Hicimos un cambio de tripulación y en una de las trasluchadas el timón se salió del agua. Quizás el estado de la mar y solo un pequeño error hizo que la maniobra terminara en un vuelco que, para estos barcos, es bastante normal. Así que decidimos volver a tierra", explicó.
Bruni es consciente de que tendrá que adaptarse al oleaje del litoral barcelonés: "Sin duda, nos llevará un tiempo apreciar y dominar estas famosas olas de Barcelona, que recorren la costa y se levantan en los diversos espigones artificiales que se encuentran a lo largo de la playa para protegerlas".
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El barco italiano se cruzó varias veces con el AC75 del Alinghi Red Bull Racing y el AC40 del American Magic, pero no pueden entrenar juntos, porque lo prohíbe el Protocolo de la 37ª Copa del América.
Bruni, de 50 años y nacido en Palermo (Sicilia), desde 2003 ha estado en todos los equipos de Luna Rossa (203, 2007, 2013 y 2021) y había llegado a Barcelona la noche anterior.
"Algunos de los muchachos han estado aquí por más tiempo. Estoy seguro de que Barcelona nos encantará. Por lo que ya vimos es una ciudad bastante impresionante", comentó.
El equipo mantendrá su base en Cagliari para el trabajo continuo en el desarrollo del prototipo AC40 LEQ12 (de entrenamiento) y dividirá su tiempo entre los entrenamientos en Barcelona y Cerdeña.