En el podio acompañaron a la nipona, que sumó 254,6062 puntos, la austriaca Vasiliki Alexandri, que también fue plata en el solo técnico, así como la británica Kate Shortman (219,9542), que logró un bronce histórico, ya que se trata de la primera medalla mundialista de una representante británica en esta especialidad.
Inui, participante en ocho mundiales, estuvo a un nivel superior, con una interpretación inspirada en un monstruo de la mitología japonesa, la gran serpiente de ocho cabezas, que enamoró a los jueces.
De hecho, la japonesa fue la mejor en elementos y también en impresión artística y obtuvo más de 35 puntos que Alexandri, que ya fue plata en el ejercicio técnico. La británica Shortman fue bronce.
Entre las favoritas falló la griega Evangelia Platanioti, a quien las penalizaciones volvieron a apartarle de los puestos de privilegio, y fue quinta por detrás de la sorprendente canadiense Audrey Lamothe.
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En cuanto a Iris Tió, que ya se ha colgado tres medallas en este Mundial (solo, dúo y equipos técnico), no tuvo un buen día y pese a que obtuvo una buena puntuación en impresión artística, se hundió al sufrir dos penalizaciones que le llevaron hasta la octava posición.
La catalana representó una composición de Beyoncé, un ejercicio que ha estrenado en este Mundial de Fukuoka, pero que supone mucho riesgo en elementos.
Se da la circunstancia que es la séptima final con presencia española en esta competición y la primera en la que la delegación nacional no obtiene medallas. Hasta ahora lo había conseguido en los otros seis ejercicios.
