Pogacar: "Me encantan los desafíos"

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Le Markstein (Francia), 22 jul (EFE).- El esloveno Tadej Pogacar recuperó la sonrisa, al mismo tiempo que sus piernas volvieron a impulsar la bicicleta con la fuerza acostumbrada en el Tour, no con la cadencia pobre que hace unos días le llevó a abandonar el cara a cara con el danés Jonas Vingegaard.

Pero tras ganar en la cima de Le Markstein su segunda etapa, Pogacar, que volverá a ser segundo en el podio de París, volvió a lazar un guante al escandinavo y aseguró que su amor por los retos le llevará a regresar con el objetivo de derrocarle.

A diferencia de Vingegaard, que organiza toda su temporada pensando en el Tour, Pogacar afirmó que no renunciará a otras carreras de primavera, como la París-Niza o las clásicas ardanesas, donde este año había conseguido grandes resultados antes de sufrir una caída en la Lieja-Bastona-Lieja que detuvo su preparación.

"Siempre estoy en forma en primavera ¿Por qué tendía que renunciar a esas carreras? Me gusta estar en todos los terrenos (...) Adoro los retos y ganar esas carreras lo son, como también lo es ganar el Tour. Voy a volver a intentarlo el año que viene", aseguró el esloveno.

Pogacar respondió así a quienes piensan que difumina demasiado sus objetivos, frente a un Vingegaard que centra todos sus esfuerzos en ganar el Tour, casi como su única meta del año.

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"Volveré más fuerte, mejor preparado. Trabajaremos cada día para el año próximo, para el siguiente duelo contra Jonas y contra el Jumbo", aseguró.

Pogacar felicitó a su rival por su segundo Tour consecutivo, pero señaló que no fue Vingegaard quien le derrotó, sino un desfallecimiento propio.

"Tienen uno de los mejores equipo y me consideran una amenaza (...) Pero no fueron ellos quienes me derribaron. Fui yo quien me caí, yo solo, dentro de mí, nadie me derribó", dijo.

Todavía es pronto para saber el origen del desfallecimiento que sufrió el pasado miércoles camino de Courchevel, en el ascenso al Col de la Loze, cuando perdió más de 7 minutos.

"No puedo explicarlo, a todo el mundo puede pasarle, cualquiera puede tener un mal día", señaló.

Ese calvario, indicó, le ha dado la mejor lección de este Tour: "He aprendido que puedo sufrir cuando me siento como una mierda, cuando estoy abajo, que puedo seguir pedaleando. Es el punto positivo que saco de este Tour".

Pogacar está "feliz" por haberse recuperado, por haber vuelto a encontrar sus mejores sensaciones que le han permitido sumar su segunda victoria en este Tour, la undécima en su carrera en la ronda gala.

"He recuperado mi nivel, otra vez me siento yo mismo. Hasta tengo más color en la cara. La semana pasada estaba pálido", resaltó.

Aunque no lo descartó, aseguró que será muy difícil que acuda a los Mundiales del mes próximo porque "caen en un mal momento de la temporada".

Y también aseguró que el Tour seguirá siendo su principal objetivo como vuelta de tres semanas, lo que complica mucho que acuda a la Vuelta a España.

Pogacar prometió seguir alimentando la rivalidad con Vingegaard, que "este año ha dado grandes momentos de ciclismo y que decayó un poco por un día malo, el peor (de su carrera)".

"Jonas es un gran tipo, uno de los mejores escaladores del mundo. En el Tour eso le beneficia, es una carrera que le va muy bien. Se prepara muy bien física y mentalmente para estas tres semanas. Le tengo mucho respeto, todavía hay mucho futuro entre nosotros, muchas peleas que tendremos", indicó.