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Fue preguntado sobre esa posibilidad durante una conferencia de prensa en la sede del Comité de Organización de París-2024 y fue rotundo: “No, no tenemos ningún temor”.
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“El diálogo social en Francia está abierto”, apuntó. “Somos muy conscientes de que se encontrarán soluciones”, añadió.
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En un contexto social tenso en los últimos meses en Francia, la eventualidad de la convocatoria de huelgas es una de las preocupaciones de los organizadores.
El sindicato CGT anunció la presentación de un preaviso de huelga en el sector público después de sacar “una tarjeta roja” al gobierno y solicitar la convocatoria de una mesa de diálogo.
Por su parte, el presidente del Comité de Organización, Tony Estanguet, precisó que la ceremonia de inauguración a lo largo del río Sena comenzará a las 19:30 locales (14:30 de nuestro país).
El director general del Comité de Organización, Etienne Thobois, indicó que quedan “dos millones de entradas por vender, de ellas un millón en el fútbol”.
Una nueva fase de venta tendrá lugar a mediados de abril, a 100 días de la apertura del evento.
Indecisión sobre atletas rusos
El Comité Olímpico Internacional (COI) indicó que su comité ejecutivo decidirá en su próxima reunión si los atletas rusos y bielorrusos podrán participar en la ceremonia de inauguración de los Juegos de París.
Al término de la séptima y última visita del Comité de Coordinación del COE, el presidente del Comité de Organización de París 2024, Tony Estanguet, indicó que se ha tomado la decisión de que la ceremonia más temprano como se remarcó en líneas anteriores.
Se trata de utilizar en parte la luz natural y que acabe de noche, para así “aprovechar los diferentes ambientes de la ciudad”, según Estanguet.
Eso “permite sincronizar la caída del crepúsculo y el tema de la ceremonia ofrecerá así un espectáculo inolvidable, al tiempo de día y de noche”, subrayaron los organizadores.
“Quedan 140 días para la ceremonia de inauguración y creo que la excelencia está al alcance de la mano. Hay que seguir el trabajo cada día, pero no vemos ningún obstáculo importante”, aseguró.
A su juicio, que haya decaído el entusiasmo popular “es normal a estas alturas de la preparación, cuando los ciudadanos sufren los problemas derivados de las obras”, pero está convencido de que una vez que comiencen los Juegos cambiará la tendencia.