Juan Antonio Samaranch, linaje olímpico para un tiempo nuevo

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Natalia ArriagaMadrid, 18 mar (EFE).- Veinticuatro años después, otro Juan Antonio Samaranch llama a la puerta del despacho presidencial del COI. 'Júnior', el hijo de quien llevó las riendas del organismo entre 1980 y 2001, es uno de los siete candidatos en las elecciones del día 20 y, según la impresión que tienen sus propios compañeros, uno de los mejor situados para hacerse con el cargo.

Samaranch (Barcelona, 1959) huye de las comparaciones con su padre y piensa que su apellido no contará "para nada, ni para bien ni para mal", en la votación. De los 109 miembros que tienen el COI en la actualidad, solo 17 coincidieron en el organismo con el viejo Samaranch. El resto ha vivido otra época en la que el único Samaranch en tareas olímpicas era el hijo.

El candidato entró en el COI de la mano de su padre, en la misma Sesión en la que este se jubiló. Por entonces era vicepresidente de la Federación Internacional de Pentatlón Moderno y miembro del Comité Olímpico Español (COE) y ya tenía un papel destacado en el mundo de las finanzas.

Pronto se reveló como un miembro muy activo en las asambleas, amante del trabajo en equipo, con una gran capacidad comunicativa y tremendamente extrovertido, por comparación con el carácter serio de su progenitor. No tardó ni seis años en presentarse a miembro de la Ejecutiva, que no logró en aquel primer intento pero sí en 2012.

En 2016 ascendió a vicepresidente, un puesto que vuelve a ocupar en la actualidad, con mandato hasta 2026. Si el día 20 no gana las elecciones, será el primer vicepresidente del nuevo mandatario, su mano derecha.

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No puede presumir, como alguno de sus rivales, de haber sido deportista olímpico ("ya me gustaría"), pero sí de haber asistido a los Juegos desde su adolescencia hasta la actualidad, como acompañante de su padre o como miembro del COI. Se dejó la piel en el apoyo a las tres candidaturas olímpicas de Madrid, sin encontrar recompensa. Sigue confiando en que llegue el momento de ver brillar los Juegos en la ciudad en la que reside.

Echó a andar el Canal Olímpico, la televisión del COI, cuya sede operativa está en la capital española, y supervisó la organización de los Juegos de invierno de Pekín 2022. Esta trayectoria le permite presentarse a las urnas como el candidato más experto, el más veterano en pertenencia al COI, un club privado en el que la antigüedad se tiene en cuenta.

Su programa hace hincapié en este factor y en sus conocimientos económicos. Socio fundador en 1991 del banco de inversión GBS, con diez oficinas en tres continentes, cree que el COI puede gestionarse de manera similar a una empresa, pero con particularidades, porque lo define como "una gran ONG que necesita ingentes recursos".

El COI tiene muchos antecedentes de padres e hijos en su asamblea (entre otros Rainiero y Alberto de Mónaco), pero ninguno en la presidencia. Sería un caso único en la administración del deporte mundial. Samaranch puede sentar ese precedente el día 20 si sus compañeros le dan su confianza.