Eekhoff (Rijsenhout, 27 años) estrenó sus victorias en una prueba en línea en un esprint reducido y condicionado por una caída en la que salió airoso, pudiendo levantar los brazos con un tiempo de 4h.17.33, a una media de 43,8 km/hora, por delante del italiano Matteo Moschetti (Q36.5) y del estadounidense Luka Lamperti (Soudal Quick Step).
Alpecin toma el mando y Philipsen ataca de lejos
Prueba animada desde el principio entre cotas y tramos adoquinados con una escapada que formaron corredores de equipos secundarios, sin opciones de éxito pero con altas ilusiones. Se animaron Rasmus Wallin (Uno-X), Jelle Johannink (Unibet-Tietema), Alex Colman (Flanders-Baloise) y Lennert Teugels (Tarteletto).
El pelotón apenas se dio por enterado de la aventura. No la consideraba peligrosa, pero el cuarteto rebelde estuvo bajo control a una distancia prudente. A 43 km de meta el grupo principal se alteró con Jasper Philipsen, uno de los grandes favoritos alborotando al personal sobre los adoquines de Huisepontweg, con un ritmo que puso en apuros a su compatriota y rival directo Arnaud De Lie.
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Philipsen insistió en el sector de piedra de Lededorp, tomando la delantera en la persecución de un grupo cada vez más reducido. Solo quedó al frente el noruego Rasmus Wallin, desafiante y soñador con apenas medio minuto a 16 de Nokere. Cofidis, Tudor y UAE se encargaron de reducir los ímpetus del fugado y de Philipsen, resignado a rodar en grupo, en espera del momento de los esprinters.
Philipsen al suelo, Eekhoff sorprende al esprint
Once cotas no habían decidido la suerte de la carrera. Restaba un último ascenso, de los 4 del día, al Nokerenberg (0,7 al 4,6 por ciento), en esta ocasión apartado del habitual escenario de llegada. Capturado Wallin a 12 de meta se abrió la lucha palmo a palmo entre el Alpecin, con Philipsen en la refriega y el UAE, con su compatriota Vermeersch.
Nueve hombres cortaron el pelotón con apenas una decena de segundos. Delante Philipsen, Bol y Hofstetter, tres esprinters que empezaron a mirarse con el gran grupo a tiro de piedra, indecisos a la hora de cerrar la gestión de la etapa entre ellos. Un parón sorprendente que acabó con el reagrupamiento a 4 de meta.
Ya no eran tres velocistas, sino muchos más. En el adoquinado de Nokere Philipsen recibió refuerzos, pero también se sumaron rivales. Vermeersch volvió a tensar para colocar al colombiano Juan Sebastián Molano, con opciones de disputar la carrera.
Carrera destinada a numeroso esprint, en ligera cuesta, nada fácil para los especialistas. Una caída condenó a Philipsen, derrotado y sentado en el asfalto, eliminado, frustrado. Delante la jauría, plena lucha en la sobresalió el gigante neerlandés de 1.92 metros Nils Eekhoff (Picnic POstNL), quien estrenó contra pronóstico su palmarés profesional.
Eekhoff sucedió en el historial al belga Tim Merlier, ganador de las tres anteriores ediciones y ausente este año.
