Con una enorme tradición y una gran popularidad en EE.UU., especialmente en el fútbol americano y el baloncesto, las competiciones universitarias, sobre todo a través de la NCAA, se habían basado en la condición 'amateur' de sus deportistas.
Pero la entrada en 2021 de los contratos de patrocinio NIL (Nombre, Imagen y Semejanza, NIL por sus siglas en inglés) y el fallo judicial de este viernes que permitirá el pago directo a los deportistas transformarán radicalmente las competencias deportivas universitarias en EE.UU., que más allá de ser un lugar de formación para los jóvenes es en realidad un monumental negocio en el país de las barras y estrellas.
